El respaldo a Manuel Zelaya, jefe de Estado constitucional de
Honduras, se mantiene en esa nación centroamericana, donde varios
millares de personas protagonizaron una manifestación en las
proximidades de la Casa Presidencial, en Tegucigalpa.
La demostración ocurrió en el mismo sitio donde centenares de
policías con fusiles de asalto y apoyados con carros lanza agua
reprimieron a la población que rechazaba el golpe militar, señala un
despacho de Prensa Latina.
Juan Barahona, presidente de la Federación Unitaria de
Trabajadores y dirigente del Frente de Resistencia Pacífica Popular,
ratificó la voluntad de proseguir la lucha hasta el restablecimiento
de la institucionalidad en ese país centroamericano.
Barahona y Carlos H. Reina, candidato presidencial independiente,
manifestaron que brindarán una calurosa bienvenida a Zelaya, cuando
regrese a Honduras.
Además repudiaron el abuso de fuerza desplegado por las fuerzas
armadas contra millares de hondureños que exigen el retorno de
Zelaya frente a la Casa Presidencial, desde que se conocieron las
primeras noticias de la asonada, el domingo pasado.
Por otra parte, Porfirio Ponce, dirigente sindical, denunció la
reaparición en Honduras del escuadrón de la muerte 316.
En este sentido precisó que integrantes de ese comando hostigan a
dirigentes populares, como Marcos Antonio Murillo, dirigente
sindical de la Universidad Nacional de Honduras, cuya vivienda fue
allanada en una de las acciones de ese escuadrón.
Ese comando criminal fue creado por el ejército en los años de
1980 para hacer desaparecer y asesinar a los dirigentes populares.
En Washington, una fuente militar anunció hoy que el Departamento
de Defensa de Estados Unidos suspendió sus actividades militares con
Honduras, debido al golpe de Estado contra el presidente Zelaya.
Bryan Whitman, vocero del Pentágono, manifestó en conferencia de
prensa que la medida se mantendrá por tiempo indefinido, publica
Prensa Latina.
Barack Obama, presidente de Estados Unidos, afirmó el lunes que
la asonada en el país centroamericano constituye un acto ilegal y
que Zelaya continúa siendo el Jefe de Estado de esa nación.
Luego de una reunión en la Casa Blanca, el mandatario demócrata
aseveró al respecto que sería un grave precedente si comenzamos a
retroceder a la época de los golpes militares.
Entretanto, Hillary Clinton, secretaria norteamericana de Estado,
demandó la restauración del orden democrático y constitucional en
Honduras, precisa Prensa Latina.