La siembra de 60 hectáreas de bambú en la provincia de Santiago
de Cuba constituye una alternativa de los trabajadores forestales en
beneficio de la actividad ecológica.
Ángel Luis Mitchell, presidente de la Asociación Cubana de
Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) en el territorio, dijo a la
AIN que en el resto del año aspiran a completar la plantación de
unas 400 hectáreas de la referida especie vegetal, muy importante
para la reforestación.
Señaló la utilidad del bambú por sus variados usos económicos en
la confección de muebles y objetos artesanales, muy demandados y
requeridos por la población santiaguera.
La planta, también conocida como el acero vegetal por su dureza y
resistencia, es muy utilizada en la actualidad para la construcción
de quioscos y otros establecimientos que brindarán ofertas a la
población en los ya cercanos festejos del mes de julio.
Otras aplicaciones del arbusto herbáceo, según el proyecto de la
ACTAF, son la elaboración de madera prensada, conocida como
playbambú, e incluso la edificación de casas con distintos fines,
proyecto este a largo plazo.
El bambú forma parte del patrimonio medioambiental y en tal
sentido es vital en los planes para disminuir el impacto del cambio
climático, dada su gran capacidad de captar el dióxido de carbono de
la atmósfera y cubrir terrenos dañados o con escasa vocación
forestal.
Santiago de Cuba en estos momentos es el segundo territorio del
país con más bambú maduro, sólo antecedida por Pinar del Río.
Palma Soriano, San Luis y Baconao son los lugares de más cultivo
de esta planta en la provincia.