Las enfermedades hemoparasitarias asociadas a la garrapata en el
ganado vacuno de Cuba disminuyeron significativamente desde que los
animales son inmunizados con la vacuna recombinante Gavac.
Emerio Serrano, director del Instituto de Medicina Veterinaria,
declaró a la AIN en la ciudad cubana de Camagüey que ese logro de la
biotecnología cubana ha jugado un papel muy importante en la salud
de los rebaños desde 1993, cuando apareció el inmunógeno.
La vacuna Gavac, efectiva contra un género de garrapata de alta
incidencia en vacunos en el Trópico, la obtuvo el Centro de
Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana y desde el
2006 la producción la realiza su similar en Camagüey.
Serrano agregó que su beneficio se amplía al plano económico.
Antes de su aplicación, Cuba invertía anualmente cinco millones
de dólares en la adquisición en el extranjero de garrapaticidas y
medicamentos para el tratamiento de enfermedades hemoparasitarias,
fundamentalmente babesiosis y anaplasmosis.
Estas compras bajaron considerablemente porque los baños a los
animales con productos químicos importados se distanciaron en el
tiempo y también el empleo de fármacos, al disminuir los males en
los vacunos, señaló.
La Gavac contiene un antígeno natural que genera en el animal una
respuesta inmune.
El CIGB de Camagüey, que este año cumplirá 20 años de inaugurado
por el líder de la Revolución, Fidel Castro, es el encargado por la
biotecnología cubana de la producción de vacunas agropecuarias,
además de realizar investigaciones en otras esferas, incluida la
salud humana.