Vivir dos veces… y hasta tres
El recape de “gomas” constituye otra fuente para
sustituir importaciones y ahorrar divisas. Más de 70 000 neumáticos
se reincorporan a las calles cubanas anualmente
Yaima Puig
Meneses
"¿Alguna vez ha recapado sus neumáticos?" Ante la pregunta,
predominaron rostros sorprendidos, incertidumbre. Y las respuestas
de los choferes fueron mayoritariamente negativas. Investigaciones y
entrevistas muestran causas disímiles: unos, porque no les gusta;
otros, porque no pueden hacer uso del servicio o no tenían
conocimiento de que aún se brindara luego del periodo especial.
La
goma en la prensa de vulcanización. Uno de los pasos del recape.
Sin embargo, un grupo de conductores —aunque pequeño— reconoce
las utilidades del recape, a través del cual se sustituye la banda
de rodamiento gastada por una nueva, mediante un proceso
físico-químico sin alterar la estructura del neumático.
Esta actividad constituye una fuente importante para sustituir
importaciones y ahorrar divisas; no obstante, el recape de
neumáticos resulta una alternativa económicamente desaprovechada en
Cuba, afirma Jorge Hernández, director general de la Empresa Poligom.
CULTURA PERDIDA
Pese a partidarios y detractores, llegó a ser un recurso
altamente cotizado. Sin embargo, en la actualidad ocupa espacios
secundarios en la planificación de organismos e instituciones.
¿Culpables? Sobre todo los propios clientes, acostumbrados a la
compra de neumáticos nuevos en lugar de aprovechar las
potencialidades del que ha rodado unos kilómetros... y aún le
quedarían otros más, de ser recapado.
En 1988, el año de mayor esplendor de esta actividad, volvieron a
circular 529 300 neumáticos de uso, solo la planta de Santa Clara
realizó más de 82 000 recapes. La pérdida de esta cultura en la
sociedad tiene que ver de cierta forma con el periodo especial,
etapa crítica para el desarrollo de la industria recapadora, afirma
el directivo.
Y añade: el recape disminuyó hasta tal punto que las cinco
plantas existentes —en Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey, Villa
Clara y Ciudad de La Habana— llegaron a paralizarse por largo
tiempo, esencialmente por problemas de financiamiento.
En el 2005 se reinician las labores, con una constancia que se
mantuvo hasta finales del pasado año, momento en el que se detuvo
por falta de materias primas. Ahora las plantas trabajan una vez más
después del receso forzoso que enfrentaron entre los meses de enero
y mayo.
Así
lucen los neumáticos luego de ser recapados.
Sin embargo, datos ofrecidos por Hernández muestran que a partir
del 2005 apenas se recapan unos 70 000 neumáticos al año. "No son la
capacidad de las plantas o la escasez de materias primas las que
limitan el proceso, sino en lo fundamental, el flujo de neumáticos a
recapar pues los clientes cada vez envían menos ‘gomas’".
Mas, persiste el empeño por mantener y fomentar la actividad. Sus
promotores saben que el recape contribuye a la reducción de gastos.
LOS BENEFICIOS
Según los especialistas, con las modernas tecnologías de las
plantas un neumático recapado logra rendimientos y prestaciones
similares a las de uno nuevo. Y muchos de los que habían concluido
su vida activa, retornan a las calles, incluso hasta dos veces, cual
si fuesen otras decenas de miles.
Cuba ahorra un millón de CUC como promedio por cada 6 612
neumáticos recapados, sostiene Hernández. Es decir, solo con la
cifra actual de recape anual (70 000) el país puede ahorrar más de
diez millones de dólares.
Para el Ministerio del Azúcar (MINAZ), el principal cliente del
servicio de recape, este singular reciclaje adquiere vital
importancia.
Nosotros establecemos que todo neumático apto para el recape,
debe ser retirado del equipo y llevado a las plantas. Además de
devolverle la vida útil, permite un ahorro de 3,5 a 4 millones de
CUC, si recuperamos los 30 000 neumáticos previstos en el plan en
lugar de adquirir similar cantidad, asegura Israel Pupo, director de
comercio y negocio del Grupo Empresarial de Aseguramiento del MINAZ
(AZUGRUP).
LOS PERO
No todos pueden beneficiarse totalmente con el servicio.
Actualmente, esta prestación va dirigida en esencia al sector
estatal y a las "gomas" de equipos de transporte y agrícolas. ¿Por
qué sucede? ¿Qué impide recapar todo tipo de neumáticos?
Desde el punto de vista de su construcción, estos se clasifican
en diagonal (cuando los hilos de cuerda se disponen de esa forma con
respecto al radio del neumático) y radial (cuando la cuerda tiene
una disposición en la misma línea del radio de la goma), explica el
director general de Poligom.
"El radial resulta un paso de avance en la modernidad de la
fabricación de neumáticos; garantiza prestaciones que no tiene el
diagonal. En carreteras, el radial es mucho mejor y asegura mayor
disipación de tensiones. Sin embargo, su carcasa es más débil y, si
se somete a condiciones difíciles, no solo se gasta, sino que se
rompe."
Las nuevas tecnologías de fabricación de neumáticos destinados a
los autos pequeños —Lada, Moskvich y otros modelos que ruedan en las
calles cubanas— son incompatibles con el recape; por eso, está en
desuso en la práctica internacional, mientras crece el de los
neumáticos de equipos de carga, agrícolas y mineros, enfatiza el
directivo.
No podemos decirle al cliente de un Lada, por ejemplo, que le
vamos a recapar un neumático, y después entregarle un producto de
mala calidad; aunque nos esforcemos, ese sería el resultado a causa
de las incompatibilidades tecnológicas, explica Hernández.
También los particulares pueden recapar, pero solo quienes
conducen tractor o camión, y con su correspondiente justificación de
compra y propiedad del producto, subraya.
SUPERAR OBSTÁCULOS
Muchos presuntos beneficiarios de esta actividad lamentan la
prestación del servicio en moneda libremente convertible. Son
empresas que no operan con divisa y, por tanto, tampoco pueden
emitir un cheque en esta moneda.
Con el pago en moneda nacional se simplificarían los trámites
entre los clientes y las entidades recapadoras, por lo cual sería
oportuno superar este obstáculo. Ante la necesidad de ahorrar y
sustituir importaciones, el recape recobra el valor que nunca debió
perder.
Queda mucho por perfeccionar en la industria de la goma, como la
falta de asistencia técnica a las instituciones y organismos. Si el
cliente no conoce cuándo recapar, qué beneficios le reporta y cómo
hacerlo, es difícil que se aventure a utilizar el servicio.
No es suficiente contar con equipamiento tecnológico moderno y
materias primas con altos estándares de calidad; tenemos que
convencer también, evitando que alguien pueda esconder su rechazo al
recape en criterios de falta de calidad, reconoce su director.
Anualmente se desaprovecha un buen número de neumáticos que, tras
haber gastado su banda de rodamiento, no pueden reincorporarse al
proceso de circulación y van a parar a esquinas y puntos de
desechos. La batalla contra la inconsciente mentalidad del derroche
no puede convertirse en consigna; para lograr resultados valederos,
tenemos que aprovechar todos los espacios... por pequeños que
parezcan. |