La concentración de vehículos militares y tanques Mirkava se realizó en un área de cinco kilómetros, que abarcó desde un puesto de las fuerzas armadas judías en Tallat Sobaih hasta el Monte Hermon.

Según la NNA, que citó a fuentes castrenses, desde el jueves se escucharon disparos esporádicos de armas ligeras, además de que la fuerza aérea de Tel Aviv llevó a cabo múltiples vuelos sobre varias zonas de este país árabe.

Al incursionar en las Granjas de Shebaa, las aeronaves militares israelíes sobrevolaron las aldeas de Al-Arqoub, Hasbaya, Marjayoun, el oeste del valle de la Bekaa e Iqlim al-Tuffah, precisó la información.

Las referidas granjas fueron ocupadas por Israel a Siria durante la Guerra de los Seis Días, en 1967, pero Damasco las reconoce como territorio libanés que comprende un grupo de 14 haciendas cercanas a la línea limítrofe aún indefinida entre el Líbano y Siria.

El gobierno de Beirut reclama al de Tel Aviv la devolución de esa porción de tierra que usurpa, mientras Israel rechaza entregarlo bajo el argumento de que es parte del territorio sirio y su destino debe ser discutido con Damasco en futuras conversaciones de paz.

La concentración de arsenal y efectivos militares en la zona fronteriza coincidió con la reelección del líder del movimiento chiita Amal, Nabih Berri, como presidente del Parlamento libanés, ocasión en la que éste reivindicó el derecho a la resistencia frente a Israel.

En su discurso de reestreno, Berri señaló ayer que la resistencia del grupo chiita Hizbulah (Partido de Dios) es una necesidad mientras persista la amenaza y la ocupación judía, y recordó la derrota sufrida aquí por militares invasores en el verano de 2006.

Al respecto, advirtió que los recientes ejercicios militares israelíes fueron parte de una preparación para tomar venganza contra el Líbano después del fracaso de hace tres años, y llamó a mantener la lucha por conseguir la total liberación del territorio nacional.