Este jueves, mientras transcurrían los detalles del deceso de
Micheal Jackson, mezclados con videos del álbum Thriller,
funcionarios de salud de Estados Unidos estimaban en más de un
millón los ciudadanos de ese país contagiados con el virus de la
influenza A (H1N1), de acuerdo con estadísticas que tomaron como
base un modelo matemático. Pero hasta hoy, solo en territorio
norteamericano, alrededor de 28 000 casos han sido reportados, lo
que representa casi la mitad del número de infectados en el mundo.
Mientras, miles de médicos, enfermeros, miembros de sindicatos y
otros activistas de la salud convergieron en Washington D.C., para
celebrar un día nacional de acción en reclamo de una atención médica
universal y accesible.
Los manifestantes exigieron "atención médica para los
estadounidenses ahora", al tiempo que el presidente de EE.UU.,
Barack Obama, continuaba su campaña por una reforma sanitaria
—plagada de múltiples obstáculos— con un foro televisado desde la
Casa Blanca, donde afirmó que los costos actuales de los servicios
de salud son insostenibles. Todo ocurrió el jueves, pero la noticia
ha sido Michael Jackson.