Con una sola ojeada a una de las tablas estadísticas que
acompañan este trabajo bastará para ilustrar lo antes expuesto: casi
200 jugadores de todas las posiciones subieron a los equipos de la
XLVIII Serie Nacional y muchos de ellos se convirtieron en piezas
importantes, inclusive, en los play off.
La Liga resulta el necesario eslabón entre los jugadores que
terminan en la categoría juvenil, una vez cumplido el límite de 18
años de edad, y la Serie Nacional. Muchos peloteros egresados de los
juveniles solo podían continuar su carrera deportiva en los
campeonatos provinciales —insuficientes en cuanto a cantidad de
partidos y calidad, en muchos casos—, y la mayoría tenía que ver los
toros desde la barrera en el invierno por no haber podido integrar
el equipo provincial a la Serie Nacional.
Cada equipo de la Liga de Desarrollo responde a uno de la Serie
Nacional, como podrán apreciar en la segunda tabla, donde también se
refleja el estado de los equipos de la última versión, ganada por
los Arroceros espirituanos en el play off final frente a los
Serranos santiagueros.
La Liga juega dividida en dos zonas y efectúa un total de 57
partidos por selección, todos a partir de las 10:00 a.m. y en
localidades diversas, fundamentalmente municipios: Calixto García,
Sagua de Tánamo, Nueva Paz, Cifuentes, Manicaragua, Cueto, Buey
Arriba, Pilón, El Salvador, Cauto Cristo, Consolación del Sur, Moa,
Yara, Candelaria, Guanabacoa, Lajas, Bolivia, entre otros, lo cual
representa una opción de recreación muy bien aceptada por los
lugareños, sobre todo porque los partidos se efectúan viernes,
sábado y domingo.
No se juega con Mizuno 150, sino con una pelota menos viva, lo
cual permitió que los promedios de bateo y pitcheo fueran de 256 y
3,49, respectivamente, además que la frecuencia de jonrones
alcanzara sólo 0,49 por partido, 230 cuadrangulares en 466 desafíos.
Más de un aficionado se preguntó de dónde salieron Ramón Lunar y
el muy efectivo emergente Dian Toscano durante el play off final
Habana-Villa Clara. Pues de la Liga de Desarrollo, el primero cuarto
de los bateadores (358) y el segundo sublider, con altísimo promedio
de 381, solo superado por el pinareño Lázaro Blanco (404).
Con promedio de edad entre los 18 y los 23 años, los peloteros de
la Liga de Desarrollo representan la cantera de la cual se nutren
los seleccionados de la Serie Nacional. Sin duda, reviste una enorme
importancia y, por consiguiente, resulta imprescindible mantenerla y
perfeccionarla si queremos asegurar el futuro de la pelota cubana.