El libro El audiovisual y la niñez, presentado hoy en La Habana,
resume una tradición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de
La Habana.
Compilado por Pablo Ramos y Ailyn Torres, el texto es una
selección de trabajos de más de 20 años expuestos en el foro El
Universo Audiovisual del Niño Latinoamericano.
Al referirse al decisivo ámbito audiovisual para la cultura de
las nuevas generaciones, Alfredo Guevara, presidente de ese
Festival, defendió que el protagonismo de las imágenes y su dinámica
exacerbada tienen que tener una sólida base filosófica para
garantizar la libertad espiritual del individuo.
Destacó que el gran propósito de los revolucionarios es
desalienar al ser humano y que ello implica garantizar la libertad
espiritual de cada quien y la posibilidad creativa para profundizar
en los enigmas esenciales que retan al hombre desde que tuvo
conciencia de sí y su lugar en el universo.
Alertó que si no se inquieta al niño con los problemas esenciales
del ser humano, se hace el juego a la llamada gran industria
cultural que apuesta por la banalidad, la superficialidad y el
pensamiento único de las esferas del poder que quieren controlar la
humanidad.
José Juan Ortiz, representante en Cuba del Fondo de Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF), elogió que la sociedad cubana en
su conjunto tenga como prioridad la defensa de los derechos de niños
y adolescentes y luche por una cultura diferente a la alienación que
quieren imponer los grandes medios de la difusión transnacional.
Precisó que Cuba es un país pobre que ha demostrado que no son
precisas grandes sumas monetarias para garantizar los derechos
esenciales del hombre y prioritariamente de niños y adolescentes.
Consideró que este libro es el primer fruto de un largo camino de
trabajo conjunto a favor de perfeccionar la calidad de vida de
quienes representan la supervivencia y el futuro de la especie.