Los criterios son de la doctora Esther Báxter Pérez,
investigadora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP),
del Ministerio de Educación, quien asegura que los valores son
determinaciones espirituales que designan la significación positiva
de las cosas, hechos, fenómenos, relaciones y sujetos, para un
individuo, una clase social o la sociedad en su conjunto.
Con una experiencia de más de cuatro décadas en el sector
educacional como maestra, directora, asesora y metodóloga, reconoce
que la formación en valores se inicia desde edades tempranas, se
desarrolla en el transcurso de la vida y se constituye en una guía
general de conducta.
Educar en valores, agrega, es la acción planificada,
intencionada, orientada y controlada que ejercen la familia, la
escuela y la comunidad, mediante el ejemplo personal en las
actuaciones de los adultos responsabilizados con el encargo social
de la formación de las nuevas generaciones.
Para educar en tal sentido, dice, se requiere la participación
activa y consciente de todos los factores sociales que rodean al
individuo: el barrio, los vecinos, los amigos y las instituciones,
quienes no pueden estar al margen de esa educación, pues acogen al
individuo en la medida que avanza en su madurez y lo integra
socialmente.
En Cuba la educación y formación en valores es el resultado de
una tradición, de aquellos que en el pasado nos legaron su ejemplo
personal, sus inquietudes revolucionarias y, sobre todo, el sentido
de justicia, humanidad, libertad.
Nuestro sistema educacional trabaja en el reforzamiento de los
valores fundamentales que se sustentan en líneas generales en el
Programa Director orientado por el Comité Central del Partido:
honestidad, honradez, patriotismo, laboriosidad, dignidad, justicia,
solidaridad, responsabilidad y humanismo.
Ello significa, indicó la doctora Báxter, utilizar cada momento
en que se interactúa con los educandos para demostrarles cuándo,
cómo y qué hacer para enfrentar los retos que nos impone la vida.
En la escuela cubana lo primero es dar "explicaciones
convincentes", con "ejemplos creíbles" de lo que acontece, con
argumentos y lenguaje claro, accesible a todas las edades.
Como métodos de la formación en valores, opina, es preciso
emplear más los concursos, las competencias deportivas y
recreativas, tanto en instituciones como en la comunidad, porque en
ellas surgen, se desarrollan y consolidan, actitudes, sentimientos,
cualidades y valores positivos en los educandos.
También influyen de manera decisiva las narraciones de hechos y
actividades de los grandes hombres y mujeres del pasado y del
presente, el análisis y debate de obras literarias, documentales,
seriales y películas.
Reconoció mi entrevistada que al defender la obra de la
Revolución, el pueblo cubano lucha por mantener y desarrollar en las
nuevas generaciones preciados valores, como el patriotismo, la
justicia, el colectivismo e internacionalismo.
La doctora Báxter es autora de ¿Cómo y cuándo educar en
valores?, Educar en valores. Tarea y reto de la sociedad y La
educación en valores y su relación con la evaluación de su calidad,
textos dirigidos en lo esencial a docentes y padres, y de interés
para los propios estudiantes. En ellos pone al alcance de los
lectores métodos, procedimientos e instrumentos que permiten
determinar el estado de los valores formados.
Ante las crecientes amenazas planetarias —guerras, cambios
climáticos, crisis económicas— son tiempos de marcha unida de
nuestra sociedad en pos de la formación de valores en niños y
jóvenes, porque el futuro está en manos de las nuevas generaciones.