Científicos trabajan en el desarrollo de una nueva y asombrosa
batería alimentada por aire, la cual posee un potencial de
almacenamiento de hasta 10 veces la capacidad de los dispositivos
convencionales, informa en su página web en inglés, la Universidad
de Newcastle, en el Reino Unido.
La capacidad mejorada se debe a la adición de un componente que
emplea oxígeno tomado del aire durante la descarga, reemplazando a
otro componente químico usado en las baterías recargables actuales.
No tener que llevar todos los productos químicos en la batería
hace que ésta, a igual tamaño, suministre más energía, y reduzca el
tamaño y el peso de las mismas, pero mantiene su capacidad de carga
necesaria.
Lograr esto ha sido una larga batalla para los diseñadores de
automóviles eléctricos y este cambio en la capacidad podría sentar
las bases para una nueva generación de automóviles eléctricos,
teléfonos móviles y ordenadores portátiles.
La Universidad de Newcastle se ocupa de desarrollar la nueva
interfaz aire-electrodo, la parte de la batería donde se lleva a
cabo la reacción.
El nuevo diseño tiene el potencial de mejorar el rendimiento de
los equipos electrónicos portátiles y de dar un gran impulso a la
industria de la energía renovable.
Estas baterías, por ser más idóneas que las normales para
combinarse con paneles solares o aerogeneradores, permitirán un
suministro constante de energía eléctrica, al poder actuar con
facilidad cuando el Sol se oculte o el viento deje de soplar.
La batería STAIR también resultará más barata que las actuales
baterías recargables, pues el nuevo componente está hecho de carbono
poroso, menos costoso que los materiales utilizados en las demás
baterías.
Este proyecto de investigación, de cuatro años de duración, se
encuentra ya a la mitad, y las perspectivas de éxito son muy
prometedoras y el objetivo es conseguir un incremento de cinco a 10
veces en la capacidad de almacenamiento, lo que está más allá del
horizonte de las actuales baterías de litio.