Los vínculos con Cuba del destacado titiritero argentino Javier
Villafañe fueron recordados aquí a 100 años de su nacimiento, en una
jornada en Casa de las Américas.
Teatristas y dramaturgos rememoraron la primera visita del
creador de Maese Trotamundos a La Habana, en 1975, invitado por
Casa, con la que mantuvo nexos hasta su muerte.
Bajo el título de Cien años de Villafañe, Pedro Valdés Peña,
Teresita Jiménez, Rubén Darío Salazar y Norge Espinosa,
profundizaron en su extensa trayectoria desde que habilitó su
carromato La Andariega, con el que recorrió América, Europa y Asia.
Nadie como él dignificó tanto la protección del titiritero. Sólo
bastaba la intención de su voz para dar vida a los personajes,
expresó Valdés Peña, quien lo acompañó durante su estancia en La
Habana.
El director de Teatro de Las estaciones, Rubén Darío Salazar,
quien tiene en su repertorio varias obras suyas, destacó su
consecuente actitud como ser humano y su pasión por la aventura.
El inauguró una nueva manera de ver el mundo y ayudó a que los
títeres alcanzarán una dimensión única. Dar dicha a los niños es
hace dormir en paz a los titiriteros, esa era una de sus máximas,
precisó.
Así lo hizo hasta el final de su vida, en 1996. El titiritero,
dijo en una ocasión, es amor.
Jiménez lo recordó como una persona sin edad. Vivía unido a la
infancia, es un misterio como lograba tanta conexión con los niños.
Su esencia estaba en su sencillez e integridad, señaló.
Las primeras obras de Villafañe la llevaron a escena en Cuba los
hermanos Camejo y Pepe Carril, en el Teatro Guiñol, en la década de
1950. Desde entonces piezas suyas como La calle de los fantasmas y
El soldadito de guardia han pasado de una generación a otra.
El homenaje Cien años de Villafañe cerró con la puesta en escena
del espectáculo El gorro color del cielo y El casamiento de Doña
Rana, de Teatro de las Estaciones, y la exposición La calle de los
fantasmas, con ilustraciones del artista Zenén Calero, inspirado en
la obra del autor.
Casa de las Américas, que lo distinguió con el premio El gallo de
La Habana un año antes de su deceso, prepara en la actualidad un
tomo con varias piezas suyas que saldrá publicado este año.