SANTA CLARA.— El sector empresarial cubano cuenta hoy con más de
600 empresas que han certificado determinado alcance de los procesos
productivos o de los servicios, lo cual constituye una importante
herramienta para elevar su eficacia y competencia, según declaró a
Granma Agustín Irulegui, director de evaluación de la
conformidad de la Oficina Nacional de Normalización.
De las entidades que poseen esa evaluación, el 30 % pertenecen a
la producción y el resto a los servicios, con mayor destaque en
sectores como la construcción y la agricultura, entre los de más
progreso en el país.
De acuerdo a lo expresado por el funcionario, para el
empresariado cubano significa una garantía poseer el aval de la
calidad, al permitir mayor competitividad de sus productos en el
mercado, los que pueden sustituir plenamente a otros que hasta ese
momento se empleaban, incluso, alguno de ellos importados, en
materia de costo, eficiencia energética u otros parámetros de
eficiencia.
Explicó, además, que el 90 % de las empresas poseedoras de la
certificación aplican el perfeccionamiento empresarial, y por
provincias, las que más se destacan son Ciudad de La Habana, por
concentrar el mayor número de empresas del país, y otras como Villa
Clara que posee el 10 % de sus unidades certificadas, aunque general
todos los territorios avanzan en esta tarea.
La legitimación se otorga con una validez de tres años, al cabo
de los cuales la entidad debe confirmar esa condición, sujeta,
además, a una supervisión anual por parte del organismo
correspondiente.
Según Irulegui, a muy pocas empresas cubanas les ha sido retirada
la certificación, muestra de la calidad del proceso y el avance
paulatino en la batalla por el empleo óptimo de los recursos
humanos, materiales y de tiempo.
Nuestro país ingresó a la Organización Internacional de
Normalización en 1962 a solicitud del Che, quien era entonces
Ministro de Industrias. Cuba posee en estos momentos más de 4 000
normas de calidad, la mayoría de las cuales están armonizadas
mundialmente.