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La falta de resultados oficiales de los últimos comicios por parte
del Consejo Nacional Electoral (CNE) amenazan hoy con alterar la
toma de posesión de nuevas autoridades ecuatorianas.
El CNE trabaja para cumplir con el calendario y que la ceremonia
de nuevo mandato del presidente del país, Rafael Correa, se realice
en la fecha prevista, el 10 de agosto próximo, resaltó el vocal de
ese organismo Fausto Camacho.
Puntualizó, no obstante, que quedan por resolver 11
impugnaciones, así como la apertura de 239 urnas electorales de
asambleístas nacionales, debido a reclamos realizados por el
movimiento Acuerdo País.
El funcionario recalcó no todo depende del CNE, sino también del
Tribunal Contencioso Electoral (TCE), el cual deberá respuesta a
reclamaciones de políticos.
Las impugnaciones pasan por el CNE y llegan hasta el TCE, el cual
deberá emitir un fallo, aseveró.
Se trata de un proceso extenso, que se ha dilatado por las
apelaciones e impide al ente electoral proclamar los resultados
oficiales para los asambleístas, alcaldes y prefectos, así como
jefes de juntas parroquiales.
Tal situación obstaculiza la entrega de credenciales a los
vencedores, incluido al reelegido Correa, quien ganó los comicios
con el 51,9 por ciento de los votos.
En el caso de la Asamblea Nacional (parlamento), se conoce que
Acuerdo País consiguió más del 45 por ciento de los votos, pero no
se sabe de manera oficial cuantos escaños tendrá esa agrupación en
este órgano.
El CNE sostiene que las mayores impugnaciones se registran en las
elecciones de gobiernos locales y aún ocurren protestas en varias
localidades del país en reclamo de votos o nuevas elecciones.
Según el calendario previsto, para el 1 de agosto venidero está
prevista la posesión de asambleístas; cuatro días después la de los
parlamentarios andinos y el 10 próximo la del jefe de Estado.