Según se anunció hoy, Suthep viajará a Phnom Penh este sábado para exponer al primer ministro, Hun Sen, las objeciones de su gobierno al estatuto del santuario del siglo XI como Patrimonio de la Humanidad, concedido por la UNESCO en julio de 2008.

La reliquia está bajo soberanía camboyana desde 1962 por fallo de la Corte Internacional de La Haya, pero su ubicación en una zona aledaña a la frontera común e imprecisiones en los mapas dejados por el colonialismo francés han alentado el rechazo de Bangkok a reconocerlo.

El contencioso entre ambos países se tensó más aún luego de la decisión de la UNESCO, cuando la administración de Samak Sundarajev debió retractarse de un acuerdo que parecía zanjar la disputa por presiones de la oposición tai.

Desde entonces ambos países dislocaron más tropas en sus respectivos límites comunes y dos choques armados cobraron vidas de soldados de los dos bandos y nuevas tensiones surgieron ahora, al anunciar Tailandia que objetará el reconocimiento de Preah Vihear como dominio camboyano.

El jefe del gobierno tai, Abhisit Vejjajiva, hizo el anuncio la semana anterior, cuando manifestó que el enfoque de su gobierno pedirá la revisión del estatuto del santuario, el cual considera debe ser reconocido a las dos naciones por esa agencia de la ONU para la Cultura y la Educación.

Abhisit estimó que mientras subsistan las discrepancias en torno al templo los dos estados miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático se verán impedidos de impulsar relaciones de amistad y cooperación.

No creo que nuestra demanda deba enturbiar esos lazos, dijo al alegar que se trata de un trámite ante la UNESCO que no está dirigido a afectar esos vínculos.

Sin embargo, la reacción de Phnom Penh no se hizo esperar y el vicetitular del gobierno y canciller, Hor Namhong, advirtió que esas declaraciones traían el riesgo de una nueva escalada del conflicto.

Hor señaló además que la parte tai no abordó el tema apenas unos días antes durante una visita del propio Abhisit ni en sus conversaciones con su homólogo y anfitrión Hun Sen, con el cual había examinado las discrepancias a fin de estabilizar los nexos bilaterales.