El sindicato de Doe Run exige el reinicio de las actividades en
el complejo metalúrgico de La Oroya, paralizadas desde hace un mes,
y rechaza la decisión de la empresa de efectuar un cierre temporal
de sus instalaciones por un periodo de tres meses, informó Roberto
Guzmán, dirigente sindical.
La huelga se suma a las protestas que cientos de campesinos
mantienen desde hace 12 días en la ciudad surandina de Andahuaylas,
departamento de Apurímac, con las vías y el aeropuerto bloqueados
para exigir al Gobierno solución a demandas regionales.
También en la surandina Sicuani los pobladores mantienen desde
hace diez días una paralización, con cierre del comercio y bloqueos
de las vías de acceso.
El agitado clima social se produce tras la crisis política que
concluyó la semana pasada, cuando el Gobierno se vio obligado
derogar dos leyes lesivas a los indígenas amazónicos, quienes
mantuvieron protestas por más de dos meses con saldo de más de una
treintena de muertos debido a la represión policial desatada.