Cuando hace cuatro años la Editorial Siglo XXI puso a circular
Patas arriba. La escuela del mundo al revés, de Eduardo Galeano,
lo hizo acompañar de una introducción que decía: "Su pasión es la de
narrar en forma breve realidades sociales que pintan de cuerpo
entero la idiosincrasia latinoamericana, pero, al mismo tiempo,
tiene una capacidad para ver en forma descarnada, real y analítica
el devenir del mundo y sus fenómenos sociológicos".
Este volumen de viñetas llegará al lector cubano en el Sábado del
Libro (Palacio del Segundo Cabo, 11:00 a.m.) del próximo día 20, en
una publicación de la Editorial Cajachina, del Centro de Formación
Literaria Onelio Jorge Cardoso.
Como si fuera un manual de aprendizaje, Galeano dividió el libro
en seis lecciones: La escuela del mundo al revés; Cátedras
del miedo; Seminario de ética; Clases magistrales de
impunidad; Pedagogía de la soledad; y La contraescuela.
En cada una de ellas despliega su habitual mordacidad y su
acostumbrada lucidez.
Al referirse a estos textos, el propio Galeano explicó: "El mundo
al revés es muy injusto: premia la falta de escrúpulos, castiga la
honestidad, desalienta la creación y estimula el consumo. Otra clave
del mundo del revés es la sociedad de consumo, con toda su
mitología".
Y al abundar sobre los símbolos de esta última, añadió: "Los que
la publicidad impone. Si se les repite a los muchachos que no son
nada, que sin coche propio y zapatos de marca no merecen existir,
bueno, esa orden de consumo se traduce en una invitación al delito.
La dictadura del consumo es un tipo de injusticia que se suma a la
injusticia más obvia, la que determina que los pobres se
multipliquen al mismo tiempo que la riqueza se concentra en pocas
manos".