.— El secretario
general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó hoy que la degradación de la
tierra amenaza la estabilidad nacional y regional y que un tercio de
los suelos del planeta están afectados por la desertificación.
En ocasión del Día Mundial para Combatir la Desertificación, el
titular de las Naciones Unidas dijo que el panorama actual amenaza
los medios de vida y el desarrollo de más de mil millones de
personas.
Frente a largos períodos de sequías, hambre y mayor pobreza,
muchos solo tienen la opción de abandonar la tierra, expresó el
Secretario General, quien precisó que ya 24 millones de personas han
sido forzadas a dejar sus hogares debido a esa razón.
Un tercio de las tierras cultivables han sido abandonadas en los
últimos 40 años, subrayó.
Ban comentó que el cambio climático es una de las fuerzas detrás
de este fenómeno, pero debemos reconsiderar nuestras prácticas
agrícolas y cómo manejamos nuestros recursos hídricos.
Al respecto, una declaración divulgada aquí en ocasión de la
efeméride precisa que la agricultura y la ganadería utilizan el 70
por ciento del agua fresca y son causantes del 80 por ciento de la
deforestación.
El diplomático surcoreano puntualizó que la creciente demanda de
cosechas para la alimentación animal y la producción de
biocombustibles también presionarán la escasez de agua sin una
administración sostenible de ese recurso.
El mensaje también subraya la insostenible naturaleza del actual
consumo mundial y de los patrones de producción.
Estos, subraya, podrían conducir a profundizar la crisis global
de alimentos y a promover la desertificación, la degradación de la
tierra y la sequía.
El Secretario General exhortó a los líderes del mundo a adoptar
un acuerdo ambicioso sobre el cambio climático que remplace el
Protocolo de Kyoto durante la conferencia prevista en diciembre
venidero en Copenhague, Dinamarca.
Por su parte, el director ejecutivo del Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner, dijo que la
degradación de los suelos y la desertificación son evitables y
existen numerosas soluciones.
Llegó el momento de ampliar esas acciones y duplicarlas para
convertir a las comunidades vulnerables en centros preparados para
enfrentar el cambio climático al tiempo que impulsan sus medios de
vida, la biodiversidad y los suministros de agua, agregó.