WASHINGTON, 16 de junio.— Republicanos, aseguradoras y empresas
farmacéuticas estadounidenses aumentan sus presiones contra la
propuesta del presidente Barack Obama de extender la cobertura
médica a 46 millones de personas marginadas de ella, reflejan hoy
medios de prensa.
El costo del programa impulsado por el primer afronorteamericano
al frente de la Casa Blanca centra la polémica, aunque cobra fuerza
en algunos sectores el rechazo a su iniciativa de incluir al
gobierno en la competencia con entidades privadas monopolizadoras
del servicio de aseguramiento.
Según un artículo del periódico USA Today, entre los criterios
esgrimidos está la supuesta incapacidad estatal para llevar adelante
el proyecto de garantizar atención médica a los ciudadanos que no la
tienen.
Ante tal escenario surgen propuestas y alternativas, como la de
permitir la intervención del ejecutivo, pero sin interferir en
asuntos de precios, señala el diario con sede en Virginia.
De acuerdo con el periódico The New York Times, también parece
complejo el debate en el Congreso, donde republicanos y demócratas
discuten los gastos y el papel del contribuyente.
Por su parte, Obama insiste en la necesidad de reformar el actual
sistema de salud, el cual ignora hoy a muchos seres humanos, entre
ellos más de ocho millones de niños, señala PL.