Según PL, Simon explicó que renunciará una vez que el conflicto,
que lleva más de dos meses y ha dejado una secuela de más de 30
muertos, haya sido solucionado.
Rechazó los reclamos de amplios sectores que le exigen dimitir
porque consideran que tiene responsabilidad política en la crisis y
sus consecuencias, y lanzó ataques al líder opositor Ollanta Humala.
También se declaró dispuesto a rendir cuenta ante el Congreso
—donde es objeto de duras críticas— sobre su actuación en el
conflicto.
En el Poder Legislativo, diversas fuerzas demandaron el relevo de
todo el gabinete ministerial, porque sus integrantes tienen "las
manos manchadas de sangre", según el nacionalista Isaac Mekler.