MATANZAS.— El Museo de La Ruta del Esclavo, primero en
Latinoamérica, contribuirá a preservar la memoria histórica del
gigantesco holocausto con sus profundas huellas materiales y
espirituales, y será a su vez como un permanente alegato contra la
esclavitud africana, la contemporánea y todo tipo de discriminación
racial, prejuicios y xenofobias.
Así trascendió durante la ceremonia que dejó inaugurado
oficialmente dicho Museo en el Castillo San Severino, otrora
fortaleza colonial y vestigio fundacional de la ciudad de Matanzas,
a la que asistió Olabiyi Babalola Joseph Yai, presidente del Consejo
Ejecutivo de la UNESCO, quien expresó que sin la Revolución cubana
no hubiera sido posible soñar con un proyecto que enaltece la
dignidad humana y desdeña todas las formas de injusticia.
Olabiyi entregó a Abel Prieto, miembro del Buró Político y
ministro de Cultura, la Medalla de la Diversidad Cultural de la
UNESCO, en reconocimiento a la posición de Cuba contra los
prejuicios y estereotipos que aún prevalecen debido al estigma de la
esclavitud, y a una actividad cultural encaminada a distinguir el
proceso de transculturación y mestizaje en nuestros pueblos. Pocas
horas antes en la sede de la organización, en París, Cuba había
recibido la segunda mayor cantidad de votos en la elección para
integrar el Comité de la Diversidad Cultural de la UNESCO.
Por su parte, Eusebio Leal hizo un breve recuento de lo que
significó el falso dilema del negro y el blanco, el de las razas,
para hombres como Bolívar, Martí y Fidel, y la lección que dieron
cada uno en su momento. Hoy todos nos sentimos miembros de una sola
raza y ojalá algún día el mundo lo entienda, subrayó.
En la ceremonia participó Pedro Betancourt García, primer
secretario del Partido en Matanzas; Miguel Barnet, presidente de la
Fundación Fernando Ortiz, y Herman van Hooff, director de la Oficina
Regional de la Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO.