Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria

A 40 años de una genial idea

Leticia Martínez Hernández

A finales de 1968, el Comandante en Jefe, con la vista puesta en el futuro de hombres de ciencia, indicó la creación del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, cuya misión principal era el diagnóstico de enfermedades exóticas que pudieran introducirse en el país y destruir así el incipiente desarrollo ganadero. Lo que por aquel entonces parecía más un sueño que un verdadero proyecto, suma cuatro décadas de oficio con el orgullo de haber cumplido bien con su deber.

Foto: Jorge ValienteDurante la inauguración del nuevo edificio del CENSA en 1980, Fidel es acompañado en el recorrido por la doctora Rosa Elena Simeón, el doctor Wilfredo Torres y los compañeros José Ramón Machado Ventura, José R. Fernández, Fernando Vecino y Julio Camacho Aguilera, entre otros.

Para materializar la idea de Fidel, se convocó a un grupo de jóvenes que estaban a punto de concluir la carrera de Medicina. De aquellos días recuerda el doctor José Miyar Barrueco, ministro del CITMA: Me correspondió como Rector de la Universidad de La Habana en esos momentos, explicarles a esos casi médicos el deseo y solicitud de Fidel. Esto implicaba más que una vocación por la ciencia una conciencia revolucionaria, pues se les pedía a los graduados que cambiaran el perfil profesional y pusieran a disposición de la Revolución sus conocimientos. La aceptación de aquellos jóvenes nos demuestra (...) el poder de convocatoria y de compromiso de esa generación con el proceso revolucionario, y particularmente con Fidel.

Entre esos jóvenes estaban los reconocidos científicos Wilfredo Torres, Ismael Clark, Fernando González y Carlos Gutiérrez. En el memorable encuentro de Fidel con los noveles médicos, en enero de 1969, quedan definidos los objetivos fundamentales del Centro: realizar estudios en salud, genética y reproducción animal; brindar servicios científicos técnicos, altamente especializados, a la producción pecuaria; formar postgrados para los investigadores y profesionales; y capacitar a los técnicos y obreros. La directora fundadora y de honor del CENSA fue la doctora Rosa Elena Simeón Negrín.

La magnitud del compromiso asumido lo resume la Doctora en Ciencias Lydia Tablada, una de aquellas estudiantes fundadora del CENSA, y su directora desde hace 24 años:

"Cuando respondimos a ese llamado, sentíamos que germinaba en nosotros la obra de la Revolución, la que era capaz de compensar con creces la transformación de nuestro diario quehacer en salas hospitalarias y salones de cirugía, por las unidades pecuarias, cochiqueras, naves avícolas y hasta criaderos de cocodrilos."

Hoy, entre los logros de los investigadores del CENSA están la obtención, producción y generalización del STABILAK, producto que evita el deterioro de la leche. También el SURFACEN, medicamento que ha permitido disminuir a 0,2 por mil nacidos vivos la mortalidad infantil, por el Síndrome de Membrana Hialina. Ambos productos merecieron la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Industrial.

Destacado ha sido también el papel del CENSA como guardián de la seguridad biológica nacional, con el acertado diagnóstico en enfermedades agropecuarias como la fiebre porcina africana.

Gracias a la sabiduría de Fidel, y al talento y voluntad de los trabajadores del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria, la genial idea concebida hace 40 años es hoy realidad, y también prometedor futuro.

 

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