Fulleda va por cigarros

Lourdes Ordeñana del Río

Foto: Pepe MurrietaLa obra Voy por cigarros (una frase empleada por el protagonista en una parte de su desgarrador monólogo), del importante dramaturgo y director Gerardo Fulleda León, se presenta en la Sala El Sótano.

Entre señales de humo, restos orfebres y rituales del carnaval, transcurre esta noche santiaguera. Al fondo observamos cómo Rita Montaner, Elena Burke, La Lupe, María de los Ángeles Santana y Benny Moré fuman velas. "Es una experiencia personal, pero invertida. El santiaguero soy yo. Y se reflejan realidades en momentos de crisis", nos comentó Fulleda.

"Él lleva el dinero de la casa, la tela, el maquillaje¼ Es una historia que tiene que ver con la realidad. Yo soy ella y él. ¿Por qué no habla ella? (¼ ) Las mujeres, a mi modo de ver, suelen estar en desventaja en la vida. ¿Y de qué forma la humilla? Se ve la crueldad en la pareja; le baja constantemente la autoestima. Las diferencias de edad y de cultura se manifiestan. A veces odio al protagonista por las cosas que le dice, por como él la rebaja", dijo.

Acerca de cuánto de personal hay en la pieza, el dramaturgo explicó: "El teatro tiene que ver con la realidad, incluida la de uno. Pero el teatro no es una biografía. Recuerdo, por allá por los 60, cuando yo estudiaba, una obra de Arthur Miller, Después de la caída, la cual se relacionó con su matrimonio con la actriz Marilyn Monroe. Los espectadores, tratando de indagar en el vínculo, le hacían preguntas. Y él respondió: ‘Si fuera solo sobre nuestro matrimonio sería muy aburrida; es la historia de muchas personas’".

No ocultó su satisfacción con el elenco: Loretta Estévez, interpretando a Magnolia Barrera (cantante) y Luis Ángel Lin, como Serafín "Tato" Armada (mecánico automotriz). "Ellos le han aportado un enriquecimiento increíble. Estoy muy contento con los dos", acotó. Luego de las presentaciones en El Sótano, piensan llevarla a Santiago de Cuba ("como será aquello siendo yo de allá", susurró con picardía), Bayamo, Holguín y Manzanillo.

El machismo reflejado en la obra provoca aplausos, pues invita a pensar.

 

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