Agricultores de la provincia cubana de Ciego de Ávila siembran
arroz por trasplante de posturas para cosechar entre cuatro y cinco
toneladas en cada hectárea, dos veces más que el promedio que
alcanzan con otras técnicas.
Francisco Cabrera, especialista en el cultivo, informó que esa
forma de plantación es una tecnología avanzada en la llamada cosecha
especializada, pero también es válida en los fomentos populares del
grano.
Explicó que los labriegos preparan con anticipación sus bancos de
semilla para obtener después las plántulas, las cuales llevan al
terreno cuando alcanzan buen desarrollo vegetativo.
Así garantizan el ciento por ciento de germinación porque los
terrenos disponen de la humedad necesaria, con surcos en filas y a
poca distancia unas de otras para que no proliferen las malas
hierbas.
Los campesinos del municipio de Chambas sobresalen en ese
procedimiento, en particular las cooperativas de crédito y servicios
Máximo Gómez e Ignacio Agramante, que también introducen nuevas
variedades, nivelan los suelos y mejoran los sistemas de riego de
agua.
La actual campaña de siembra de arroz popular iniciada en marzo
en la provincia se extenderá hasta agosto con el objetivo de superar
las mil 900 hectáreas previstas y disminuir importaciones.
El sector cooperativo-campesino de la provincia de Ciego de Ávila
venderá al Estado unas cuatro mil 600 toneladas (100 mil quintales),
señaló Noel Gil, presidente de la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños en el territorio.
Según los cálculos, con los precios actuales del grano en el
mercado internacional Cuba invierte unos 500 mil dólares para
garantizar durante un año ese alimento en Ciego de Ávila, entre lo
destinado a la canasta familiar, el consumo social y otros
suministros.