SANTIAGO DE CUBA. — Más de 40 empresas y entidades de esta
provincia fueron penalizadas por excederse en el consumo de
electricidad, violar las normas o cometer indisciplinas que atentan
contra el uso eficiente de los portadores energéticos.
José Collado y Filiberto Portuondo, especialistas de la
Organización Básica Eléctrica, confirmaron que la retirada del
servicio se llevó a cabo en centros reincidentes y donde urge que
los colectivos laborales ahorren sin afectar las producciones y la
función social para los que están concebidos.
A las sucursales de CIMEX y CUBALSE se les cortó la corriente por
72 horas. También fueron penalizados la Empresa Universal, la
dirección municipal de Educación y otros establecimientos.
Al cierre del primer cuatrimestre, Santiago de Cuba se ubicó
entre las provincias que se excedieron del plan. A raíz de esa
situación se elevó la exigencia con los 93 centros grandes
consumidores.
Esta estrategia unida al incremento del control, la planificación
y la fiscalización del cuerpo de inspectores, contribuyeron a
revertir el panorama y que en la primera decena de junio el
territorio ahorrara más de 426 MW.
Ruperto Arias Palú, vicepresidente del Consejo de la
Administración Provincial, aseguró que diariamente el Consejo
Energético examina el consumo del territorio. Reconoce a los centros
que ahorran, y penaliza a los que derrochan e ignoran la implicación
política y económica del sobregasto de energía.
A su juicio las penalizaciones tienen un complemento educativo,
instan a elevar la disciplina y a que los trabajadores y las
direcciones administrativas analicen los índices de eficiencia
energética como indicadores básicos de la producción.
Otros centros como la potabilizadora de Palma Soriano, el
Hospital Infantil Sur, la Fábrica de Cemento José Mercerón y varias
dependencias de los Laboratorios Oriente deben extremar las
precauciones.
En el Hospital Provincial Saturnino Lora se hace necesario
evaluar el balance de la carga eléctrica, pues como resultado del
proceso inversionista han entrado en explotación modernos equipos
que —como el Tomógrafo de 64 cortes—brindan servicios a los
pacientes de la región oriental, pero elevan el gasto de energía
eléctrica planificada.