La permanencia de tres manatíes en la bahía de Carahatas, y de
una hembra con su descendiente en el río Sagua la Grande, ambos en
el norte de Villa Clara, ilustran la recuperación ambiental de la
provincia.
José Antonio Santos Mariños, especialista de la Empresa de
Protección de la Fauna y la Flora en el territorio, explicó a la AIN
que la estadía de este mamífero en un lugar es sinónimo de calidad
de las aguas, ausencia de elementos agresores el entorno y
abundancia en pastos marinos.
Desde hace un mes, permanece en la rada de Carahatas una madre
con su cría y un macho adulto, los que son protegidos por los
pobladores, quienes prohíben la intromisión de extraños, informó
José Luis Collazo, jefe del Refugio de Fauna Las Picuas-Cayo Cristo.
Este comportamiento ilustra la efectividad de las labores
conservacionistas, de protección y educación ambiental acometidas en
la provincia con la efectiva apoyatura de un cuerpo de leyes
estructurado con ese fin, concluye el experto.
La estrategia para recuperar la cuenca del río Sagua la Grande a
partir de la reforestación, reducción y control de los vertimientos
al torrente, incide en el mejoramiento cualitativo del ecosistema y
lo convierte en un sitio de permanencia.
En Villa Clara, se observan habitualmente en la desembocadura de
los ríos Sagua la Grande y Sagua la Chica a la bahía de Nazábal,
porque allí son favorecidos por las peculiaridades del lugar y la
disponibilidad de alimentos.
La muerte en Nazabal de 11 mamíferos por descuartizamiento en el
lapso de 2001 a 2008, evidenció que fueron capturados para
comercializar su carne y conllevó a una reestructuración de los
sistemas de cuidado.
Desde este año se creó un cuerpo legislativo que favorece la
especie e impone severas sanciones a los infractores.