El inicio de la temporada ciclónica para la zona del Atlántico y
mar Caribe dirige la mirada hacia la adopción de medidas preventivas
ante la ocurrencia de cualquier eventualidad que pueda afectar a
Cuba.
Leonel Domínguez, especialista del Instituto de Meteorología de
Santiago de Cuba, expresó la necesidad de mantenerse alertas ante la
posible actividad ciclónica, caracterizada como estable para la
región, y que se prevé afecte al territorio nacional con al menos un
huracán.
La mayor preparación debe ser en las zonas montañosas, donde a
pesar de que estas cordilleras funcionan como barreras protectoras,
se han registrado los vientos más fuertes de eventos climatológicos
anteriores.
Adrián Blázquez, Director Técnico de la Empresa Eléctrica de
Santiago de Cuba, dijo a la AIN que se prioriza la supervisión
permanente de los grupos electrógenos de emergencia, garantizando su
disponibilidad en centros de primeros auxilios, en caso de la falta
del fluido eléctrico.
El accionar conjunto suma las voluntades de instituciones como la
de Servicios Comunales, quienes contribuyen a la poda de árboles,
limpieza de desagües y alcantarillas, mantenimiento y celaje de las
líneas eléctricas, detectando y solucionando las posibles
afectaciones a la población.
Las experiencias vividas en 2008, cuando tres huracanes azotaron
al país, reiteran la necesaria preparación ante la nueva temporada,
donde lo más importante siempre será evitar las pérdidas de vidas y
recursos por el efecto de los vientos, las lluvias y las
inundaciones.