Una cepa de agente de control biológico para el manejo de plagas
de insectos en hortalizas y otros cultivos, fue aislada en suelos de
Cuba por investigadores del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria
(CENSA).
La temática sobre ese agente, denominado Heterorhabditis
bacteriophora cepa HC1, fue desarrollada por la desaparecida
científica Lourdes Sánchez, desde el aislamiento de la cepa, hasta
la metodología para producirla masivamente.
En este trabajo participó un equipo de investigadores de la
Dirección de Protección de Plantas y el Grupo de Plagas Agrícolas
del CENSA, integrado por los científicos Lucila González, Maira
Rodríguez, Esteban González y el técnico de laboratorio Roberto
Enríquez.
Lucila González explicó a la AIN que la metodología se ha
extendido por Santiago de Cuba, Granma, La Habana y Sancti Spíritus,
junto con la capacitación del personal para instruirlo acerca de su
aplicación.
Ese agente de control biológico, dijo, ha posibilitado minimizar
el empleo de productos agroquímicos en vegetales de hoja, es eficaz
contra el tetuán del boniato, en la eliminación de la palomilla o
cogollero que ataca la mazorca de maíz, y del gusano de la col y el
melón, y otros cultivos.
Al sustituir importaciones de plaguicidas baja los costos
productivos, incrementa la productividad, y las plantas crecen más
sanas, porque disminuye la carga tóxica en las que se consumen
frescas, además se protege el medio ambiente al no utilizar
sustancias agroquímicas, recalcó.
El Ministerio del Azúcar lo introdujo en todos los Centros de
Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE).
En Bolivia tuvo resultados positivos en las hortalizas, e
igualmente en Venezuela, donde especialistas del CENSA instruyen
sobre el desarrollo y uso de ese bioplaguicida.