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Israel continuó hoy, por cuarto día consecutivo, sus mayores
maniobras militares con la movilización de fuerzas regulares,
reservistas y millones de civiles que el martes tuvieron que buscar
refugio ante un simulado bombardeo aéreo.
Los juegos bélicos en coordinación con la defensa civil,
denominados Punto Crucial III, han incluido simulacros de ataques
aéreos y de artillería pesada con misiles contra localidades en un
escenario hipotético que exacerba el sentimiento contra los árabes.
El ejercicio de cinco días también busca avivar actitudes contra
Irán entre la población israelí, en tanto simula un ataque con
misiles a este territorio, hipotéticamente ejecutado desde el país
persa.
Luego de la devastadora agresión militar a la Franja de Gaza,
controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Israel
ha centrado su ofensiva diplomática y su retórica militar contra
Teherán y el grupo chiíta libanés Hizbulah (Partido de Dios).
Fuentes militares israelíes aseguraron que las maniobras
incluyeron variantes de respuesta ante presuntos ataques no
convencionales, aún cuando medios noticiosos locales reconocieron
que la fase de mayor participación popular no llenó ayer todas las
expectativas.
El martes el ulular de las sirenas que avisaban de una agresión
no se escuchó en todas las regiones del país, como estaba previsto,
y ello impidió que algunos habitantes se movilizaran para buscar
refugios antiaéreos, admitió un canal televisivo.
La participación de soldados, civiles y escuadras de emergencia
los convirtió en los ejercicios más extensos realizados aquí, con
práctica de nuevas medidas de protección a la población, a pesar del
desinterés que suscitan en localidades como Jerusalén.
Las maniobras continuaron este miércoles coincidiendo con la
visita a Arabia Saudita y Egipto del presidente estadounidense,
Barack Obama, quien ha defendido la posición de fuerza de Israel con
el argumento de que vela por su seguridad frente a sus vecinos
árabes.
Obama, sin embargo, también ha exigido a los israelíes frenar la
ampliación de colonias judías en los territorios árabes de
Cisjordania y apoya la creación de un Estado palestino junto al
israelí, aspectos que rechaza el gobierno del primer ministro
Benjamín Netanyahu.