Gobierno ¿para quién?

MUMIA ABU-JAMAL *

Mientras la economía se tambalea como mala hierba en una película de vaqueros del viejo oeste, las compañías están recibiendo fianzas de cientos de miles de millones de dólares, mientras que a los trabajadores se les pide que se "sacrifiquen".

Los líderes principales de las corporaciones no solo no han perdido mucho, a ellos no se les ha pedido que devuelvan nada. En verdad, ni siquiera se les ha preguntado qué han hecho con los más de 300 000 millones de dólares.

¡Lo único que es cierto es que ellos no han hecho nada de lo que prometieron hacer cuando empezaron a mendigar por el dinero del pueblo!

Pero cuando las industrias automotrices trataron de obtener la clase de ayuda que habían tenido sus hermanos de los bancos, fueron golpeados duramente; y las elites políticas demandaron que usen esta crisis económica para castigar a los sindicatos —¡que despidan a más trabajadores, que corten los salarios y que saquen los sobres de las pensiones de los retirados!

¿Y qué del presidente Barack Obama, que recibió los votos de millones de familias trabajadoras?

Si usted oyó y no solo vio, podría haber pensado, a juzgar por la retórica, que había vuelto Bush: "Se va a requerir que los sindicatos y los trabajadores, que ya han hecho dolorosas concesiones, que hagan aún más."

El Sindicato Internacional de Trabajadores Automotrices, Aeroespaciales y de Implementos Agrícolas (UAW, del inglés, United Automotive, Aerospace and Agricultural Implement Workers Union, International,) ha dado tanto en los últimos años que no es broma. Hace un tiempo, las gerencias buscaron, y consiguieron un doble sistema de pagos, por el que los trabajadores nuevos recibirán la mitad del salario de los demás trabajadores —y la condición de trabajadores temporales.

¿Cómo se puede creer que es remotamente justo que a aquellos que tienen menos se les pida que den más?

Por décadas, el pueblo ha creído que los demócratas se sentían con más deuda para con los trabajadores, porque ellos por muchos años votan por ese partido. Pero ¿quién puede seguir creyendo eso después de los desastres de los Tratados de Libre Comercio, TLC?

¿Es eso por lo que votaron los trabajadores?

Años atrás, en 1990, el importante analista republicano Kevin Phillips describió a los demócratas como, "el segundo partido capitalista más entusiasta de la historia".

Y si usted ve los grandes salarios de las Mesas Directivas de las compañías norteamericanas, va a encontrar personajes como Lyle Wagoner, de la General Motors, que sacó unos 23 millones de dólares contantes y sonantes cuando se retiró —sin contar su pensión anual. Si eso es por lo que la gente vota, ¿para qué votar?

*Periodista afronorteamericano condenado injustamente. Lleva más de 25 años en el corredor de la muerte.

 

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