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— La trigésima novena asamblea general de la Organización de Estados
Americanos (OEA) enfrenta hoy una crucial definición sobre el
levantamiento de la expulsión de Cuba por presiones de Estados
Unidos en 1962.
Los cancilleres de 10 países, integrantes de un grupo especial de
trabajo, sesionaron hasta cerca de la medianoche en la sede de la
cita en esta ciudad del norte de Honduras, en búsqueda de un
consenso en torno a una resolución sobre el tema.
La ministra de Relaciones Exteriores de Honduras, Patricia Rodas,
informó que las negociaciones continuarán y deberán llegar a un
acuerdo antes de terminar esta noche la asamblea.
Tal situación tiene que resolverse a favor del pueblo cubano, del
gobierno cubano, y en ningún caso imponiendo condiciones a Cuba, que
apuntó- es un país soberano con derecho a la autodeterminación como
todos los de la región.
Precisó que esa es la posición de las naciones de la Alternativa
Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA): Bolivia,
Venezuela, Honduras, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las
Granadinas. Cuba es el séptimo miembro, pero no está en la reunión.
Los pueblos de América están con nosotros y eso es lo importante,
subrayó.
La jefa de la diplomacia hondureña no entró en detalles sobre los
textos a debate, al apuntar que las negociaciones no se han detenido
un minuto.
Tampoco descartó la posibilidad de que el asunto no se resuelva
por consenso y se apele a una votación, en la cual la resolución
necesitará de 23 votos, dos tercios de los 34 miembros de la OEA.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia
Espinosa, respondió a los periodistas que un grupo de países había
logrado consenso sobre un texto de resolución, sobre el cual los
delegados del ALBA estaban haciendo consultas a sus gobiernos.
Añadió que México, el único país del hemisferio que nunca rompió
relaciones diplomáticas con Cuba, está a favor de ese proyecto,
sobre el cual no dio mayores detalles.
El canciller de Brasil, Celso Amorín, dijo por su parte que aún
no hay acuerdo y manifestó la oposición del gobierno de su país a
que la resolución sea adoptada por votación.
Apuntó que la expulsión de Cuba de la OEA es un cadáver insepulto
que debe ser enterrado, acto que aseguró prefiere se haga sin
ninguna pompa, en forma discreta.
El estancamiento de las negociaciones ocurre cuando gobiernos
como los de Nicaragua, Venezuela y Ecuador se pronuncian por la
creación de una nueva organización que represente los intereses de
latinoamericanos y caribeños.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recordó ayer en esta
ciudad que la OEA ha sido desde su fundación en 1948 un instrumento
de dominación de Estados Unidos sobre América Latina y el Caribe.