A una década de la presentación por el pueblo de Cuba de una Demanda Judicial contra el Gobierno de Estados Unidos por daños humanos, ante la Sala de lo Civil y de lo Administrativo del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, la sentencia no ha sido cumplida.

La explosión el 4 de marzo de 1960 del buque francés La Coubre, en la bahía de La Habana, fue un hecho criminal del imperialismo yanki.

El 31 de mayo de 1999 se hizo pública la Demanda¼ de organizaciones sociales y de masas que integran casi a la totalidad de la población, dirigida a la reparación de daños e indemnización de perjuicios derivados de la muerte de 3 478 ciudadanos cubanos y de otros 2 099 que resultaron incapacitados, víctimas de la política agresiva estadounidense. El documento fue apoyado por el irrefutable testimonio de las víctimas y la sólida base jurídica, política e histórica del proceso.

Los letrados, en representación de las organizaciones demandantes, luego de valorar las pruebas pidieron al Tribunal declarar con lugar la reclamación de 181 100 millones de dólares "por todas las lágrimas derramadas y como tributo a la sangre que ha vertido nuestro pueblo".

Durante medio siglo Cuba ha enfrentado las más diversas amenazas y ataques en el ámbito económico, político y social. En su reciente Reflexión La tortura no puede ser jamás justificada, Fidel se refirió al origen de las agresiones del gobierno de Estados Unidos para combatir a la Revolución cubana.

Nada menos que el general Dwight Eisenhower, presidente de Estados Unidos —recordó— fue el primero en utilizar el terrorismo contra nuestra Patria, y no se trató de un grupo de acciones sangrientas contra nuestro pueblo, sino decenas de hechos desde el propio año de 1959.

Citó entre ellos los cientos de actos terroristas que realizaron cada año, con empleo de sustancias inflamables, explosivos de alta potencia, armamentos sofisticados de precisión con rayos infrarrojos, venenos como cianuro, hongos, dengue hemorrágico, fiebre porcina, ántrax, virus y bacterias, que atacaban cultivos, plantas, animales y seres humanos.

"No fueron solo acciones contra la economía y el pueblo, sino también las destinadas a eliminar a los dirigentes de la Revolución", subrayó Fidel.

CRÍMENES SIN CASTIGO

Los 12 días de dramáticos testimonios de víctimas y familiares, sobre las criminales acciones del gobierno de Estados Unidos, permanecen aún en la memoria de muchos cubanos.

Un familiar, Carlos Alberto Cremata, contó entre lágrimas lo ocurrido el 6 de octubre de 1976 (crimen de Barbados), cuando su padre, trabajador de Cubana de Aviación, perdió la vida al ser saboteado el avión en que viajaba.

Otro testimoniante, Enrique Otero Enamorado, se quitó la camisa y mostrando su brazo mutilado dijo: "Girón cambió mi vida... , ¡pero no la detuvo!".

También se escucharon relatos contados por quienes perdieron al padre, un hijo, un hermano, o simplemente un compañero; otros mostraron al Tribunal las secuelas invalidantes que sufrieron durante enfrentamientos contra bandas contrarrevolucionarias o atentados.