PUERTO PADRE, Las Tunas.— En medio de la crisis que ha
desencadenado el modelo capitalista, pareciera "ciencia ficción" el
montaje e inauguración de un moderno tomógrafo axial computarizado (TAC),
a más de 700 kilómetros de la capital cubana, en el hospital
Guillermo Domínguez, de la nororiental ciudad de Puerto Padre.
La eficaz tecnología, sin embargo, está ahí: recién instalada,
apta para continuar haciendo también ciencia a favor de la vida (sin
ficción), entre miles de familias que habitan todo el norte tunero,
quienes ya no deberán trasladarse hasta la cabecera provincial para
recibir el servicio en el hospital Doctor Ernesto Guevara de la
Serna, único del territorio que disponía hasta ahora del mencionado
equipamiento.
En condiciones de atender durante el día alrededor de una
veintena de pacientes de forma gratuita (por cierto: el costo de
cada prueba se estima en casi 300 dólares), el tomógrafo permite
detectar con mayor grado de precisión tumoraciones y traumas en el
organismo, por lo que contribuye a organizar un tratamiento
especializado mucho más rápido y oportuno.
De acuerdo con declaraciones del doctor Arnulfo Gallego, director
del hospital, además de este "somatón" (como habitualmente se le
conoce) en los dos últimos años han sido instalados allí numerosos
equipos de alta calidad, que también expresan la voluntad del país
para ampliar, perfeccionar y acercar más los servicios médicos a la
población cubana.
La terminación del montaje e inauguración del TAC (fruto del
trabajo aunado entre especialistas del propio municipio, tuneros y
capitalinos) infunde nuevos ánimos dentro y fuera de Puerto Padre,
Jesús Menéndez y Manatí (en el extremo norte), teniendo en cuenta
los graves perjuicios que provocó en toda esa geografía el huracán
Ike, a cuya saña no escaparon cientos de instalaciones y unidades de
salud, incluido el hospital Guillermo Domínguez.