Acorde con la versión oficial, el desconocido interceptó a una mujer que se desplazaba en el vehículo y la conminó a bajarse amenazándola con un machete.

Tan pronto el asaltante emprendió la huida, la mujer pidió auxilio y una muchedumbre de personas a pie y en vehículos salió en la persecución, que culminó en su captura y ejecución pública a garrotazos, pedradas y ataques con armas blancas.

El occiso permanece sin identificar pues no portaba documentos de identidad; el examen del forense determinó que se trata de un hombre de unos 25 años.

Este es el tercer linchamiento en las últimas semanas en este país, uno de los cuales, la decapitación pública la semana pasada de un haitiano, acusado de ultimar de la misma forma a su empleador dominicano, provocó fricciones entre ambos países.

En un esfuerzo para limitar las consecuencias del asesinato, las autoridades dominicanas y el presidente haitiano, René Preval, remitieron el incidente a una cuestión individual y pidieron mesura.

Días antes del asesinato del haitiano, uno de dos hombres que arrebataron un bolso a una mujer en esta capital, fue muerto de la misma forma; su acompañante fue rescatado por la policía cuando parecía que iba a correr la misma suerte.