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Bolivia disminuyó los índices de muertes maternas y neonatales entre
1994 y 2008 debido a la implementación de nuevas políticas y
programas de salud, revela el informe del Estado Mundial de la
Infancia 2009 de UNICEF.
La prensa boliviana refleja hoy declaraciones de Gordon Jonathan
Lewis, representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia
en las cuales reconoce que el país suramericano logró resultados
positivos en los citados indicadores.
No obstante es necesario garantizar salud, nutrición y desarrollo
para miles de mujeres y recién nacidos, subrayó Lewis.
Según datos del organismo internacional, en Bolivia mueren cada
año más de 600 mujeres durante el embarazo, parto o post parto.
En cuanto a los nacimientos, de unos 273 mil cada año, 14 mil no
llegan a los 12 meses.
Estadísticas recientes reflejan la disminución de esos
indicadores respecto a períodos anteriores. Por ejemplo, en 2008
Bolivia alcanzó una tasa de mortalidad infantil de 49,09 por cada
mil nacidos vivos frente al 74,0 exhibido en 1994.
Para el funcionario de UNICEF, la reducción se debe a la
instrumentación de políticas y programas de salud, tales como el
seguro materno infantil, las campañas de vacunación y la estrategia
de atención integral y prevención de enfermedades.
A esto se une el fortalecimiento de capacidades institucionales y
de recursos humanos y el modelo de gestión y de atención de la salud
con un enfoque intercultural, entre otros aspectos, subrayó Lewis.
El ministerio boliviano de Salud, considera una prioridad
gubernamental combatir la mortalidad materno-infantil, problema con
fuerte impacto en el país.
Debemos revertir un indicador desesperadamente negativo, que
aunque ha cambiado en los últimos 20 años aún no son los índices
deseados, explicó recientemente a la prensa el titular de esa
cartera Ramiro Tapia.
De acuerdo con el funcionario, para enfrentar el fenómeno se
aprobó mediante Decreto Supremo el bono madre-niño, iniciativa en
práctica en los nueve departamentos del país.
Ese programa, sancionado por el presidente Evo Morales, consiste
en financiar consultas prenatales, el parto y controles bimensuales
a los infantes.
Por otra parte, en Bolivia muchas mujeres no asisten a centros de
salud, situación aún más grave en zonas rurales, donde apenas un 33
por ciento se atiende el proceso de gestación, lamentó Tapia.
En ese sentido, las autoridades de salud iniciaron una cruzada
para motivar la asistencia al médico, en aras del seguimiento al
embarazo.
Para el ministro de Salud, ambos proyectos llenan un vacío hasta
ahora existente en la nación andina.