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Cuba valoró hoy el mecanismo novedoso de cooperación entre la Unión
Europea (UE) y el Grupo de Río (GRIO), pero subrayó que está por
verse si existe una verdadera voluntad política para establecer una
alianza estratégica.
Durante varias intervenciones a las cuales tuvo acceso Prensa
Latina, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, expuso los puntos de
vista de su país en varios dominios durante los debates de la XIV
Conferencia Ministerial UE-GRIO concluida esta noche en Praga.
Rodríguez dijo que para Cuba el multilateralismo se basa en los
principios de la Carta de la ONU, los cuales están totalmente
vigentes y, por tanto, la Isla rechaza cualquier intento de
selectividad dirigida por algunas potencias y países desarrollados.
La colaboración vista en la óptica UE-Grupo de Río debería ser
mutuamente beneficiosa para Europa y América Latina y el Caribe y,
en tal sentido, sería saludable hechos concretos, anotó.
Como muestras que graficarían la buena voluntad del bloque
comunitario, citó el cumplimiento de la Ayuda al Desarrollo, la
condonación de la deuda externa, eliminación de subsidios, el cese
del robo de cerebros y de políticas migratorias discriminatorias.
Respecto al panorama financiero mundial, el diplomático consideró
que no se trata de una crisis de confianza. Sus bases son
estructurales y requiere de un nuevo orden internacional para darle
solución, acotó.
En otra arista del asunto, remarcó que el desafío del problema
energético y la amenaza al medio ambiente, incluido el cambio
climático se vincula a los patrones de producción y consumo
irracionales e insostenibles de las naciones ricas.
El camino a seguir no puede ser simplemente procurar eficiencia o
buscar fuentes nuevas o sustentables, sino variar el consumo que
amenaza a la vida de nuestro planeta, recalcó el canciller cubano.
Añadió que la solución debe hallarse en la aplicación de una
profunda revolución energética en la que se integren políticas
dirigidas a promover altos niveles de ahorro y eficiencia, y en tal
sentido habló de las experiencias de su país.
Cuba ha iniciado un programa de cooperación energética con 16
países, con resultados positivos. Lo que se requiere no son altas
sumas de dinero, sino voluntad política; es aquí donde la
cooperación internacional puede jugar un papel relevante, enfatizó.
Rodríguez también se refirió a ideas en marcha como PetroCaribe,
a la vez que expresó la oposición de su país de usar tierras para
producir biocombustibles.