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El ballet Lizt Alfonso Dance Cuba cierra hoy sus cinco
presentaciones en Egipto casi santificado por la crítica
especializada y un público que sucumbió a la fuerza y al compás de
sus bellas y virtuosas bailarinas.
Luego de dos noches de espectacular actuación en el Gran Teatro
de la Casa de la Ópera de El Cairo, la compañía dirigida por la
coreógrafa Lizt Alfonso pone punto final a su primera puesta en
escena en un país árabe y africano.
Al igual que ocurrió con las dos presentaciones iniciales en la
ciudad mediterránea de Alejandría, el espectáculo Fuerza y Compás
cautivó en esta capital a un auditorio variopinto en el que
destacaron diplomáticos extranjeros y representantes
gubernamentales.
Seguidores de la danza, jóvenes, artistas y gente de diversa
procedencia abarrotaron el recinto cultural y manifestaron a Alfonso
y a diplomáticos cubanos su complacencia por una entrega danzaria de
escasos precedentes en los escenarios egipcios.
El debut cairota de la compañía tuvo lugar este lunes y tras su
contundente impacto las bailarinas fueron agasajadas por los
patrocinadores de la gira con un cóctel amenizado por el grupo
musical cubano Cubanason, integrado por cinco mujeres.
Consultada por Prensa Latina, Alfonso opinó que la acogida del
público ha estado muy bien y ha sido cálida, a lo cual hay que
añadir la difusión en medios noticiosos locales de comentarios con
alabanzas a la perfecta armonía entre música y danza.
Al menos una decena de periódicos y otros espacios informativos
difundieron fotos, videos y reseñas del grupo de ballet, con énfasis
en la vitalidad de los taconeos y las castañuelas, y la sensualidad
de bellas y esbeltas mujeres cubanas.
Para los egipcios, Fuerza y Compás cumplió las expectativas por
la vitalidad y destreza de las bailarinas, además de la fusión -aquí
exótica- de ritmos afrocubanos con el tradicional flamenco español,
danzas árabes y jazz, además del vestuario sensual y prolijo.
El ballet partirá de regreso a Cuba el próximo 15 de mayo.