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Disminuirán ingresos en América Latina y el Caribe por remesas

CARACAS, 12 de mayo (PL).— Las remesas de dinero enviadas por los inmigrantes de América Latina y el Caribe a sus familiares disminuirán este año en cinco mil millones de dólares, sobre todo las provenientes de España y Estados Unidos.

Un análisis realizado por la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) subraya hoy el impacto de la crisis económica global sobre las remesas familiares y el subsiguiente efecto sobre las economías del continente.

El texto destaca que los flujos de envío de dinero desde los países desarrollados se reducirán en el siete por ciento en el 2009, en la medida en que se agudiza la crisis.

La disminución está dada fundamentalmente, según el SELA, por la pérdida de empleos, la disminución de los ingresos y la desaceleración de las migraciones, además de la persistencia de las deportaciones.

De acuerdo con el análisis, para el período casi un millón de latinoamericanos dejarán de enviar remesas, mientras continuarán haciéndolo el 40 por ciento de los desempleados y el 25 de los que tienen empleo, aunque éstos remitirán un 10 por ciento menos.

Ese impacto significa que aproximadamente un millón de hogares que antes recibían remesas no continuarán percibiendo dinero por este concepto en 2009, y otros cuatro millones recibirán 10 por ciento menos, sobre todo en las zonas rurales.

Los países que más sufrirán las consecuencias serán Haití, Honduras, Guyana, Nicaragua y El Salvador, cuyas pérdidas de dinero afectarán a más de 50 mil hogares, lo cual pudiera significar una pérdida de casi uno por ciento del Producto Interno Bruto de dichas naciones.

Para el SELA, aún no han sido suficientes los esfuerzos y continuas recomendaciones respecto a la adopción de políticas e iniciativas, a fin de impulsar las remesas para expandir el acceso a mecanismos financieros.

En tal sentido, considera la situación un desafío a revertir con el objetivo de mitigar la reducción de los flujos de remesas mediante el estímulo a los emigrantes a invertir en sus países de origen e incrementar los conocimientos sobre finanzas entre los emigrantes y sus familiares.

Además de ofrecer más servicios financieros a quienes envían y reciben remesas, agrega.

El SELA considera que el impacto del descenso de las remesas sobre las economías de los países puede tener varias dimensiones, incluyendo el balance y crecimiento macroeconómico, la reducción de la pobreza, la construcción de activos, el efecto multiplicador y los ingresos públicos.

 

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