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La ola de violencia desatada en Mogadiscio dejó unos 120 muertos,
300 heridos y miles de personas huyen despavoridas ante los
violentos combates entre tropas del gobierno y la oposición,
denunciaron hoy fuentes humanitarias.
Los enfrentamientos desde hace cinco días provocaron que más de
17 mil personas buscaran refugio en sitios más lejanos a la capital,
estimó la organización humanitaria somalí Elman Human Rights Group.
Desde el pasado fin de semana, Somalia vio recrudecer las
tensiones y pugnas que mantenía con grupos opositores en especial Al
Shabaab e Hizbul Islam, quienes rechazan al nuevo presidente Sheik
Sharif Ahmed.
Sharif Ahmed, considerado un islámico moderado, líder de la
Alianza para la Nueva Liberación de Somalia, fue electo por el
Parlamento el pasado 31 de enero en aras de buscar una solución
pacifica al conflicto en este país africano.
A pesar de aprobar el gobierno la ley islámica Sharia, los grupos
armados calificaron el gesto presidencial como hipócrita y seguidor
de Occidente.
Observadores opinan que el incidente más violento tuvo lugar el
fin de semana, cuando un mortero impactó contra una mezquita y mató
a 15 personas, mientras la víspera los incesantes combates dejaron
al menos 10 muertos y decenas de heridos.
El estado somalí acusó a Al Shabaab e Hizbul Islam de intentar
derrocar al nuevo gobierno y denunció la ayuda que presumiblemente
brinda a estos grupos Eritrea, país que no reconoció al presidente
Sharif Ahmed.
En febrero último dos terroristas suicidas del movimiento Al
Shabaab atacaron una base de la Misión de Paz de la Unión Africana
en Somalia en el que murieron 11 soldados burundeses.
Somalia, uno de los países más pobres de África, sufre de
inestabilidad política desde 1991 cuando el dictador Mohamed Siad
Barre fue derrocado y ningún intento por unificar al país
fructifica, con varios gobiernos autodeclarados autónomos.
Además las aguas de las costas somalíes y de la región del Golfo
de Adén y el Océano Índico se convirtieron en los últimos tiempos en
las más peligrosas del mundo por el aumento de la piratería y el
tráfico humano.