Al menos seis policías murieron y cuatro civiles resultaron heridos
hoy por un atentado en el noreste de Iraq, mientras un soldado
norteamericano pereció en otro ataque y cinco más corrieron igual
suerte durante una trifulca.
Fuerzas de seguridad iraquíes indicaron que los agentes del orden
circulaban en una patrulla policial cuando un suicida hizo estallar
su vehículo cerca de la facultad de Ingeniería del barrio de Al-Ghirnata,
en el centro de la ciudad petrolera de Kirkuk.
El ataque también causó heridas a cuatro personas que se hallaban
en el lugar y destrozos a viviendas, almacenes y otros inmuebles
aledaños, precisó un vocero del gobierno de la provincia homónima
donde conviven kurdos, turcomanos, cristianos y árabes.
Asimismo, el mando militar de Estados Unidos en Iraq confirmó hoy
que uno de sus soldados perdió la vida como consecuencia de la
deflagración de una bomba lanzada contra el carro en que patrullaba
por Basora, ciudad cabecera de la provincia sureña de igual nombre.
El militar, cuya identidad no fue revelada, pertenecía a la
División Sur emplazada en Basora y cayó en una emboscada el pasado
día 10, indicó la jefatura castrense, que informó igualmente del
fallecimiento de otros cinco uniformados norteamericanos.
Según la versión difundida este martes, los soldados fueron
abatidos a balazos por un sargento de la misma nacionalidad después
de un altercado en el cual resultaron heridas otras dos personas.
El incidente se produjo en un centro de asesoramiento psicológico
para soldados estadounidenses con stress por las acciones
combativas, situado en la base Camp Liberty, en inmediaciones del
aeropuerto internacional de Bagdad, apuntó el reporte del Pentágono.
La fuente agregó que el autor de la matanza fue desarmado y
detenido, mientras autoridades militares investigan el hecho.
Fuentes castrenses recordaron que no es el primer episodio
violento entre uniformados norteamericanos, pues un soldado fue
condenado a muerte en 2005 por atentar contra la vida de dos
oficiales y herir a otras 14 personas con granadas y un rifle en una
unidad en Kuwait.
El ataque de ayer trajo a colación el tema del stress combativo y
la baja moral imperante entre las tropas que ocupan Iraq desde 2003.