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El Papa Benedicto XVI oró hoy para que palestinos e israelíes
coexistan en paz y encuentren una solución justa al conflicto que
los divide, al tiempo que defendió la hermandad entre cristianos,
judíos y musulmanes.
Benedicto XVI visitó el Domo de la Roca en la Explanada de las
Mezquitas o Explanada del Templo (como la llaman los
judeocristianos) de Jerusalén, donde estuvo acompañado por
autoridades eclesiásticas y rodeado de rigurosas medidas de
seguridad.
El pontífice se entrevistó con el Gran Mufti, la máxima figura
del Islam en esta ciudad santa, antes de acercarse al Muro de las
Lamentaciones para rezar siguiendo la tradición de depositar un
pequeño papel con una plegaria entre las grandes piedras.
Al respecto, reiteró el pedido a líderes del Medio Oriente a
hacer lo máximo posible para superar sus enormes dificultades
mediante la creación de una atmósfera de confianza.
Un mensaje similar lanzó ayer tras su llegada a Tel Aviv, al
pronunciarse a favor de que los pueblos palestino e israelí puedan
vivir en paz en una patria que sea la propia, dentro de unos
confines seguros e internacionalmente reconocidos.
Fuentes del Vaticano señalaron que el Sumo Pontífice se reunió
hoy con los dos grandes rabinos de Jerusalén y tiene previsto al
mediodía rezar el Regina Coeli, rito que sustituye al ángelus en las
Pascuas.
La oración tendrá lugar en el Cenáculo, recinto que según la
tradición cristiana, sirvió a Jesús para celebrar la última cena,
mientras al final de su segundo día de visita a Israel oficiará una
misa en el Valle de Josafat de esta urbe.
El jefe de la iglesia católica fue recibido el lunes en Tel Aviv
por el presidente Shimon Peres, con quien luego sostuvo
conversaciones oficiales, y por el primer ministro, Benjamín
Netanyahu, a los que suplicó hallar los caminos para alcanzar la
paz.
La esperanza de numerosos hombres, mujeres y niños por un futuro
más seguro y estable depende del éxito de las negociaciones de paz
entre israelíes y palestinos, subrayó dirigiéndose a cuantos están
investidos de autoridad.
Benedicto XVI visitó el Memorial de las Víctimas del Holocausto
judío durante la Segunda Guerra Mundial, aunque evitó recorrer una
sala en la que una placa critica la pasividad del Papa Pío XII
durante el exterminio perpetrado por los nazis.
El Papa condenó el antisemitismo, aunque admitió que su
repugnante cabeza continúa presente en muchas partes del mundo, y
demandó respeto a la libertad religiosa de cristianos, musulmanes y
judíos, a fin de que se les permita peregrinar a los lugares santos.
Las autoridades israelíes frecuentemente bloquean el acceso a los
musulmanes a los sitios sagrados en Jerusalén y otras ciudades de
importante referencia en la Biblia y el Corán.
Durante un encuentro interreligioso en el Instituto Pontificio
Notre Dame, Benedicto XVI denunció los efectos negativos de
Internet, al asegurar que su uso indiscriminado puede convertirse en
un instrumento de creciente fragmentación.
El conocimiento viene destruido y la compleja habilidad de
crítica y discernimiento de las tradiciones académicas y éticas, son
a veces soslayadas y descuidadas, opinó.