Realmente aceptaron como necesario y un mal menor perder las
ventajas que el socialismo les había ofrecido durante décadas,
pensando que al cumplirse las promesas del nuevo sistema del que
formarían parte quedarían ampliamente compensados en la nueva vida y
el tan nombrado estado del bienestar.
La vida les ha demostrado que no resultaba tan fácil el cambio
aunque una minoría sí disfruta de la nueva división de clases, donde
los nuevos ricos aprovechan la mayor parte de las riquezas de esas
naciones.
Primero fue sufrir lo que solo conocían por teoría: el
capitalismo salvaje. Luego las nuevas reglas de juego: tanto tienes,
tanto vales y si no tienes, pasas a formar parte de los
"perdedores", para no decir indigentes. Para colmo los gobiernos
occidentales comenzaron a desmantelar el estado de bienestar.
Ahora, con la crisis económica mundial, la situación se agrava y
lo confirma la mismísima Comisión Europea, que informó en la primera
semana de mayo que "todos los países de Europa del Este, miembros de
la UE, entrarán en recesión este año y algunos podrían perder el
control de sus abultados déficit de presupuesto, lo que equivale a
su posible no entrada a la tan añorada Zona Euro.
Las cifras son elocuentes. Para los países bálticos se proyectan
contracciones económicas de hasta un 10%, mientras que para Polonia,
la economía más grande de esa región, sería el 1,4%.
República Checa y Bulgaria se verían afectadas en el 2009 con un
2,7% y un 1,6% respectivamente, mientras que Hungría, país que
obtuvo un paquete de rescate del FMI por 25 100 millones de dólares,
se contraerá un 6,3% en el 2009 y un 0,3% el próximo año.
Esto afectará sensiblemente la industria en esa parte del
planeta, provocado por la reducción de compra de los consumidores de
la zona euro, de autos y electrodomésticos fabricados allí, debido
al severo recorte de los ingresos en los presupuestos de la región.
Como consecuencia, Europa en general se hunde en su peor recesión
desde 1945 y se prepara para una dolorosa escalada del desempleo, de
hasta el 11, 5% en el 2010, en los 16 países de la zona euro, y
mucho más grave en la parte Este.
La recesión se traducirá, además, en la pérdida de 8,5 millones
de puestos de trabajo en el lapso 2009-2010 en el conjunto de la
unión Europea (formada por 27 países), donde la tasa de desempleo
llegará al 10,9% el año próximo.
Dicho con palabras del comisario europeo de Asuntos Económicos,
Joaquín Almunia, "la economía europea se encuentra de lleno en su
crisis más profunda y extendida desde la posguerra", y el único
consuelo del funcionario fue declarar que resulta esperanzador
conocer que la economía "ya no se encuentra en caída libre".
Los datos ofrecidos por otras instituciones económicas, como el
Fondo monetario internacional, son más pesimistas, ya que prevén un
descenso del crecimiento en la Eurozona del 4,2% en el 2009, y 0,4%
en el 2010.
El sueño socialista es ahora una añoranza para quienes lo
conocieron y peinan canas. En tanto, la pesadilla solo ha comenzado,
la realidad se la recuerda a cada momento: la droga en sus calles,
los grupos fascistoides y racistas, la prostitución y otras
"bondades" del sistema social que aunque en crisis global, sigue
engañando a las multitudes.