El ex árbitro internacional argentino Horacio Elizondo, el hombre
que dirigió la final entre Francia e Italia en el Mundial de Fútbol
de Alemania’06, debutó ayer en La Habana como instructor de la FIFA
en un curso de capacitación regional denominado Futuro III,
auspiciado por el organismo rector del balompié, al que asisten
alumnos de Centroamérica y del Caribe.
Elizondo llegó procedente de Portugal junto al español Fernando
Tresaco Gracia, director del departamento de formación arbitral de
la FIFA, donde participó en un seminario de superación con vistas a
su nueva actividad. "Es mi primera experiencia a nivel internacional
aunque lo hago desde hace dos años en mi país."
—¿Cómo cree que lo recuerden, como uno de los mejores árbitros de
los últimos años o como el que expulsó a Zidane en la final alemana?
"Indudablemente en la retina de todos ha quedado este último
suceso, pero en la mía personal hay una visión distinta a lo que
ocurrió hace tres años, el resultado de más de dos décadas de
carrera, el haber dirigido el partido inaugural y la final, actuado
en cinco partidos de esa Copa del Mundo. Claro, para el público
queda esa imagen, la expulsión de Zidane, por la jerarquía del
jugador y en el momento de su retiro."
—¿Y qué pasó cuando se encontraron después?
"La última vez fue en el 2007, en Murcia, España, en un foro. Fue
lindo compartir con él cuatro días; de este episodio apenas hablamos
porque para mí fue una expulsión más de las tantas en mi carrera y
para él no resultó algo con lo que tuviera una controversia acerca
de la decisión. Él nos ha expresado que de la expulsión no tenía
nada que decir. Sabe que si Matterazi en algún momento dijo algo
nosotros no lo escuchamos, si no, también se hubiese ido."
—¿Recibió amenazas por aquello?
"Ninguna, ninguna... Además, después de tantos años de arbitraje
en mi país, donde verdaderamente el fútbol es muy apasionado y
violento por momentos, también tengo un entrenamiento bastante
importante en ese sentido."