.— Movimientos
perfectos, insuperable sincronización de manos y cuerpos, y acople
de bailarinas y músicos, distinguieron las dos presentaciones en
Alejandría del ballet Lizt Alfonso Dance Cuba, que regresó hoy a la
capital de Egipto.
A la par de prolongadas ovaciones de público en el teatro El
Sayyed Darwish, de esta ciudad con costas al Mar Mediterráneo, la
compañía dirigida por la también coreógrafa Lizt Alfonso recibió
elogiosos comentarios de la crítica especializada.
Al finalizar anoche la última de dos actuaciones aquí, el músico
e ingeniero Hassan El-Bahr Darwish, nieto mayor del también artista
que da nombre al teatro, aseguró haber asistido a un espectáculo que
no había visto antes.
Los movimientos son perfectos, la sincronización de las manos y
los cuerpos. No es el trabajo de una sola persona, sino de un grupo:
los músicos, la música, el piano, la guitarra y las bailarinas. Todo
es perfecto, más que perfecto, óptimo, opinó Darwish.
Por su parte, la edición en francés del semanario egipcio Al-Ahram
Hebdo divulgó una enaltecedora y amplia reseña de la trayectoria del
conjunto danzario, y definió su espectáculo Fuerza y compás como una
obra animada, enérgica, elegante y teatral.
La publicación reprodujo criterios de críticos de arte que
calificaron a Lizt Alfonso Dance Cuba de portadora de una imaginaria
coreografía que suprime todas las fronteras en un nuevo universo que
impresiona con su sensualidad, vitalidad y éxtasis.
Resaltó que la puesta funde la elegancia del ballet clásico, la
fogosidad del flamenco, el jazz, el tango argentino y el rico
folclor cubano con ritmos y movimientos encantadores y contagiosos
de la música afrocubana-española, como reflejo elocuente del
mestizaje.
La estancia en Alejandría regaló a las 18 bailarinas cubanas la
oportunidad de conocer la historia de la urbe conquistada por
Alejandro Magno, su cultura y cotidianeidad, la majestuosa
biblioteca, el lugar donde se erigió el famoso faro homónimo y la
Citadel.
El Ballet Lizt Alfonso se presentará los días 11, 12 y 13 en el
Gran Teatro de la Casa de la Ópera de El Cairo, donde según varios
cairotas, les espera un público deseoso de conocer la
profesionalidad y virtuosismo de las bailarinas y músicos cubanos.