Gesto de Obama hacia Cuba es simbólico; todavía
sigue intacto el bloqueo
Asegura académico canadiense
KINGSTON, Canadá, 8 de mayo.— El profesor universitario
canadiense John Kirk aseguró hoy aquí que el anuncio del presidente
de Estados Unidos, Barack Obama, sobre sus intenciones de normalizar
relaciones con Cuba es un gesto meramente simbólico.
El gesto de Obama fue simbólico porque todavía existe el bloqueo
y aún están en vigor las leyes Torricelli y Helms-Burton, explicó a
PL el conocido especialista en temas cubanos que imparte clases de
español en la Universidad de Dalhousie, Canadá.
Si el gobierno de Obama está realmente interesado en normalizar
las relaciones con La Habana, entonces tendrá que respetar la
autodeterminación y la soberanía de Cuba, sentenció el académico,
quien asiste al foro de debates sobre la Revolución cubana en esta
ciudad canadiense a orillas del lago Ontario.
Kirk resaltó que el hecho mismo de que una conferencia a la que
asisten en su mayoría académicos norteamericanos y del país
antillano no pueda realizarse en Estados Unidos, es un ejemplo de
que la política anticubana de la Casa Blanca aún está totalmente
vigente.
La conferencia internacional El Significado de la Revolución
Cubana 1959-2009: entendiendo el pasado y valorando el futuro,
comenzó la víspera en Kingston, con la participación de más de 200
estudiosos de 14 naciones.
YO, SÍ PUEDO EN CANADÁ
KINGSTON, Canadá, 8 de mayo.— El método cubano de alfabetización
Yo, sí puedo, de probada eficacia en muchos países, se aplica
hoy también en Canadá para combatir el analfabetismo funcional que
padece parte de la población local.
El proyecto, bautizado con el nombre de Arrowmight, es
asesorado por seis especialistas cubanos que participan en un
pilotaje en tres provincias canadienses: Ontario, Manitoba y
Columbia Británica.
Matilde Patterson, la coordinadora del equipo de expertos
caribeños, explicó que el programa se inició en abril del 2007,
cuando se hizo un estudio diagnóstico de la situación del país.
Marcia Krawll, quien dirige el proyecto auspiciado por el
Instituto Aoteoroa de Nueva Zelanda, considera, por su parte, que el
número de canadienses que no saben leer ni escribir o que lo hacen
con algún grado de dificultad sobrepasa ampliamente el millón de
personas. |