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La aviación israelí bombardeó hoy túneles subterráneos en la
frontera sur de Gaza con Egipto, mientras el gobierno consideró
tendencioso un informe de la ONU que denuncia claras agresiones
intencionales a sus dependencias en la franja.
Aparatos militares de Israel sobrevolaron el Corredor Filadelfia,
que separa al enclave costero del Sinaí egipcio, y destruyó tres
rutas de contrabando de armas hacia Gaza, sin causar víctimas, según
fuentes castrenses en Tel Aviv y medios palestinos.
El más reciente bombardeo ocurrió en la localidad limítrofe de
Rafah, después de que en la mañana aviones israelíes lanzaron varios
misiles en el campamento de refugiados de Al-Burij, en el este del
territorio palestino, de acuerdo con testigos y dirigentes del grupo
islamista Hamas.
Los israelíes y los milicianos islamistas sostuvieron
enfrentamientos en esa zona del centro-oriente de Gaza, donde
tanques y buldózer israelíes avanzaron unos 300 metros.
Voceros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) dijeron
horas después que los vehículos pesados y las fuerzas israelíes se
retiraron del área, sin que se reportaran víctimas.
Israel justificó sus dos ataques como respuestas a los disparos
de cohetes Qassam desde la franja, que impactaron en un área sur de
Ashkelon, igualmente sin provocar heridos ni daños.
Con anterioridad, Hamas se atribuyó la autoría del lanzamiento de
tres obuses de mortero contra la región de Sha'ar Hanegev, para un
total de seis proyectiles de ese tipo y un cohete disparados este
miércoles, según cálculos de su brazo armado Izz Al-Din Al-Qassam.
Entretanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel
rechazó un informe de una comisión de la ONU que consideró a sus
fuerzas militares responsables de los daños y las muertes en seis
ataques contra sus instalaciones, incluida una escuela en Gaza.
Las tropas terrestres israelíes bombardearon un plantel en el que
estaban refugiados decenas de civiles, de los cuales murieron 45,
acción que el informe califica de causa indiscutible de daño a esa y
otras dos escuelas, un centro de salud y un convoy de ambulancias.
También menciona los perjuicios a una oficina de la ONU y otro
complejo y un almacén, así como la muerte y heridas de palestinos y
empleados de la organización mundial, al tiempo que denuncia el
empleo de municiones con fósforo blanco.
Para Tel Aviv, el reporte de la ONU es, en su lenguaje y
espíritu, tendencioso, patentemente parcializado e ignora los hechos
presentados al comité, a pesar de los conocidos efectos de la
ofensiva que causó seis mil 700 víctimas de diciembre a enero
últimos.