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El presidente estadounidense, Barack Obama, recibirá hoy a sus pares
de Afganistán y Paquistán, con quienes discutirá su estrategia para
salir victorioso del atolladero en que cayó el país al invadir la
región.
La reunión tendrá lugar en medio de crecientes preocupaciones por
el desenlace de los acontecimientos en el área centroasiática, a
donde llegaron las fuerzas ocupantes del Pentágono con el pretexto
de atrapar a Osama bin Laden y otros presuntos terroristas.
Después de casi ocho años de operaciones, y luego de abrir un
nuevo frente en Iraq, las tropas estadounidenses, ni acabaron con
los supuestos culpables de los atentados del 11 de septiembre de
2001, ni atraparon a Bin Laden.
La presencia norteamericana, en cambio, provocó el desplazamiento
de miles de personas hacia naciones vecinas, dejó un saldo de cerca
de 100 muertos por mes, e incentivó las acciones de una insurgencia
cada vez más fuerte a ambos lados de la frontera con Paquistán.
Aunque tanto el presidente afgano, Hamid Karzai, como su similar
paquistaní, Asif Ali Zardani, son considerados aliados de la Casa
Blanca, ambos son vistos con recelo desde Washington y recibieron
críticas de la administración Obama.
El mandatario se reunirá con ellos por separado y juntos, antes
de que sostengan encuentros con funcionarios del Buró Federal de
Investigaciones, la Agencia Central de Inteligencia, el departamento
de Estado y otras agencias del gobierno.