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Para el senador canadiense Marcel Prud'homme, su solidaridad con la
isla caribeña es una cuestión de honor, ajena a los homenajes y a
los reconocimientos.
Siempre he sido fiel a Cuba, en las buenas y en las malas,
asegura el veterano político.
Sin embargo, en el momento de la entrevista con Prensa Latina,
Prud'homme luce orgulloso en su solapa la Medalla de la Amistad que
recién le otorgó el Consejo de Estado de la República de Cuba, a
propuesta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Para mayor orgullo del senador independiente, la distinción le
fue entregada por el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder
Popular de Cuba, Ricardo Alarcón, en el plenario del Parlamento
canadiense.
A la solemne ceremonia celebrada la víspera en la sede del
legislativo canadiense en esta ciudad asistieron los presidentes de
la Cámara de los Comunes y del Senado, Peter Milliken y No l A.
Kinsella, respectivamente.
Prud'homme recuerda que su primer contacto con la realidad cubana
se remonta a abril de 1959, en ocasión de la primera visita a
Montreal del entonces Primer Ministro Fidel Castro, quien cuatro
meses antes, y al frente del Ejército Rebelde había derrocado a la
dictadura de Fulgencio Batista.
En aquel entonces yo era presidente de la Cámara de Jóvenes
Comerciantes y acudí a recibirlo, agrega el legislador de 75 años,
para quien el desarrollo alcanzado por Cuba en materia de educación
y salud pública constituyen los dos mayores logros de la Revolución.
En opinión de Prud'homme, el mérito es aún más grande porque la
isla ha logrado mantener ambas conquistas a despecho de todas las
adversidades, y sobre todo, a pesar del bloqueo unilateral impuesto
por Estados Unidos casi desde el triunfo mismo de la Revolución,
hace 50 años.
El conocido senador, quien es fundador del Grupo
Interparlamentario Canadá-Cuba, es uno de los invitados a la
conferencia académica El significado de la Revolución Cubana:
entendiendo el pasado y valorando el futuro, que comenzará mañana en
la ciudad canadiense de Kingston.
Al evento asistirán más de 200 académicos de Cuba, Estados Unidos
y otros 12 países para debatir sobre la economía, la política, el
gobierno y las relaciones internacionales de la isla caribeña.