La provincia de Holguín, tercera mayor poblada de la Isla y una
de las principales economías territoriales del país, a la vez que
padece de las secuelas de la crisis financiera internacional, aplica
como toda Cuba medidas para minimizar sus impactos.
Sus principales actividades productivas, entre las que resaltan
los concentrados de níquel y cobalto, el turismo, el azúcar y la
industria mecánica, mantienen en medio de estas limitaciones, los
flujos de ingresos a la economía nacional y de las producciones
convenidas para el año.
La crisis impacta inevitablemente también de diversas maneras a
los holguineros, quienes aplican medidas organizativas para
contrarrestar cuanto mayor sea posible el efecto nocivo de esta
epidemia económica-financiera.
Muestras de ello se aprecian entre otras, en las ramas del
níquel, cuyas plantas procesadoras se mantienen funcionando a pesar
de la fuerte reducción del precio en el Mercado Internacional y de
la fabricación de azúcar, frente en el cual Holguín se ubica en esta
zafra en el grupo de las provincias que más aportarán en Cuba.
En ese sentido, los azucareros superaron ya las 100 mil toneladas
del crudo y los centrales cuentan con los suficientes niveles de
caña para alcanzar los volúmenes comprometidos nacionalmente.
A estos sectores se unen, el turismo, con record incluso de
turistas-días en determinadas etapas de la temporada alta en las más
de cuatro mil habitaciones existentes en la provincia y la Industria
Sideromécanica, que mantiene su vitalidad en el grueso de sus
instalaciones fabriles.
La producción en este último caso refuerza y activa en diferentes
ramas la atención a los cultivos varios y la agricultura cañera
mediante las entregas de implementos, como arados, surcadoras,
cultivadoras, repuestos para sistemas de riego y otras labores
agropecuarias.
En la práctica, la vida continúa su ciclo creativo virtud de las
estrategias políticas y económicas aplicadas para minimizar los
efectos de la crisis mundial y enfrentar programas tan priorizados
como, la salud, la educación, la producción de alimentos y la
recuperación del fondo habitacional afectado por el huracán Ike.
Carlos Balán Carballo, master en Ciencias Económicas, tras
recorrer estas puntuales aristas y otras del diario bregar, recordó
que la provincia es mediante el níquel la productora del principal
renglón de exportación de bienes materiales del país.
Sin embargo, subrayó que a pesar de la depresión en los precios
de comercialización del metal y el constante asedio de las políticas
derivadas del bloqueo estadounidense, los trabajadores de esa
industria laboran en lograr la mayor eficiencia posible en cada
jornada.
En particular la agricultura, una de las ramas más perjudicada
por el huracán Ike, se recupera de sus principales renglones
alimenticios, a la vez que las entidades ganaderas laboran con el
objetivo de entregar este año sobre 34 millones de litros de leche,
la segunda mayor cifra de Holguín en 20 años.
Un aspecto relevante, dijo Balán, tanto en esta, como en las
restantes ramas, es el empeño de hacer cada vez un mejor uso de los
medios materiales y cuantos recursos dispongan los hombres para
contribuir a que Holguín despliegue las acciones necesarias, reduzca
sus impactos y preserve las conquistas de la Revolución.