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Iraq ratificó hoy su compromiso con los plazos para la retirada de
las tropas estadounidenses, pese a la creciente violencia en el
país, cuya capital fue sacudida este lunes por una explosión que
provocó siete víctimas.
El portavoz del gobierno iraquí, Ali al-Dabbagh, aseguró que el
próximo 30 de junio los ocupantes norteamericanos saldrán de todas
las ciudades y aldeas, en base al controversial Acuerdo para el
Status de las Fuerzas, suscrito en noviembre de 2008.
Dicho pacto contempla igualmente que a finales de 2011 abandonen
esta nación árabe todo el contingente al servicio de Washington que
lideró la invasión extranjera, en marzo de 2003.
Esas fechas no pueden ser extendidas y ellos (los
estadounidenses) están por mantener el proceso de transición y
traspaso de responsabilidades a las fuerzas de seguridad iraquíes,
de acuerdo a lo que se acordó en ese sentido , declaró el vocero Al-Dabbagh.
Los comentarios se hicieron a raíz de que algunos comandantes
norteamericanos e iraquíes han insinuado que las tropas pudieran
permanecer en áreas especialmente volátiles después de junio, lo
cual rechazan los opositores a la ocupación foránea.
Otra preocupación es la persistencia de la violencia, básicamente
en Mosul, la segunda ciudad del país, y en Bagdad, la capital,
sitios que aportaron la mayoría de los 355 muertos reportados por la
policía en abril pasado como consecuencia de varios atentados con
bombas.
Este lunes, dos personas perdieron la vida y otras cinco
resultaron heridas en dos explosiones, una de ellas con un coche
bomba, ocurridas antes del mediodía en un estacionamiento del
Ministerio de Petróleos, en el este de Bagdad, según fuentes de
seguridad.
Igualmente, otro artefacto fue detonado contra uno de los
vehículos de una patrulla militar estadounidense en la sureña ciudad
chiita de Basora, el segundo hecho de ese tipo en menos de una
semana, aunque sin causar víctimas ni daños de consideración.
El domingo, el mando militar de Estados Unidos aquí confirmó que
dos soldados perecieron y otros cinco sufrieron lesiones al caer
bajo el fuego de armas ligeras en un frente de combate en el sur de
Mosul, cabecera de la septentrional demarcación de Nínive.
Según los reportes, un hombre vestido con uniforme del ejército
iraquí abrió fuego contra las fuerzas extranjeras antes de ser
abatido por efectivos regulares. En base al monitoreo de autoridades
estadounidenses, los recientes decesos elevaron a cuatro mil 283 el
número de uniformados muertos desde marzo de 2003.
Por otro lado, militares subordinados a Washington informaron hoy
del arresto de Nadhim Al-Jubouri, jefe de los paramilitares Consejos
Sahwa o Despertar, milicias financiadas por Estados Unidos y el
gobierno local para combatir a la resistencia.
Al-Jubouri y sus dos hermanos cayeron en una redada conjunta
iraquí-estadounidense que los buscaba por supuestamente haber
cometido actos terroristas, al parecer en tiempos en que los
Consejos Sahwa combatían contra los ocupantes extranjeros (hasta
2006).