La conservación y mantenimiento de las variedades existentes en
las fincas de semillas de Cuba, son determinantes para garantizar la
soberanía alimentaria y paliar las afectaciones de la crisis global.
Sergio Rodríguez Morales, director del Instituto Nacional de
Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT), explicó a la AIN que
los expertos en el país trabajan en la capacitación de los
productores para que logren pleno dominio de las nuevas técnicas de
multiplicación de las simientes.
La indisciplina en las normativas agrotécnicas, la selección de
las variedades sin tener en cuenta las peculiaridades para las que
fueron diseñadas, entre otras, inciden en los bajos rendimientos de
las plantaciones conformadas con plántulas de alta calidad genética
y gran poder germinativo.
Los campesinos cubanos tienen el privilegio de contar con 159
fincas, una en cada municipio agrícola, abastecidas con semillas
básicas generadas en el INIVIT según las características del suelo,
clima y otras singularidades de cada lugar del país, añadió
Rodríguez Morales.
La causa fundamental radica en que se incumple el programa de
reproducción, por medio del cual cada generación debe mantener las
condiciones de sus progenitores y se evite el entrecruzamiento y la
degeneración.
Rodríguez Morales destacó, que ante el incremento de los precios
en el mercado internacional de los fertilizantes y agroquímicos,
corresponde a los campesinos cumplir la disciplina agrotécnica para
obtener mayor provecho de las importaciones realizadas.
El también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular,
expresó que actualmente se adiestran a los productores para que
conozcan las características de sus tierras, cómo mejorarlas y
cuáles clones debe emplear.